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¿Cómo garantizar tajantemente que no hubo muertos en España cuando el propio Gobierno no sabe muy bien hasta dónde llega España? El Ejecutivo, a diferencia del ministro del Interior, admite que no tiene del todo claro hasta qué punto alcanza el territorio nacional en ... la zona precisa –el paso de Barrio Chino– en la que el pasado 24 de junio se produjo la tragedia que costó la vida a entre 23 y 72 inmigrantes según el balance de Marruecos o de las ONG. En su última respuesta parlamentaria sobre aquellos dramáticos sucesos, el Ministerio de la Presidencia explica textualmente que «en los pasos fronterizos de Melilla (como el de Barrio Chino con Nador) existen interrupciones del perímetro vallado, existiendo en los mismos pequeños pasillos de tránsito entre España y Marruecos en los que no existe demarcación de ninguno de los dos países».
La Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales básicamente no se moja en su respuesta al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu fechada el pasado viernes. Lejos de la rotundidad con la que Fernando Grande-Marlaska ha sostenido en sede parlamentaria que la soberanía española solo llega hasta donde actúan las fuerzas españolas (hasta las vallas) y que, por tanto, no se registró ningún muerto en suelo propio, el Ejecutivo solo se atreve a afirmar que la «zona de responsabilidad de las fuerzas y cuerpo de Seguridad del Estado» (no se menciona la soberanía ni los límites del territorio nacional en ningún momento) se «encuentra marcada por la separación territorial que establece la propia infraestructura (valla)».
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Iñarritu había preguntado al Ejecutivo sobre dónde entiende este que se encuentra la «línea fronteriza de la demarcación territorial» de Melilla, en conformidad con la disposición adicional décima de la Ley Orgánica 4/2000 (la ley de extranjería), que es la que autoriza al «rechazo» de los inmigrantes que sean sorprendidos en el momento justo de «intentar superar los elementos de contención fronterizos». Pero el Gobierno no quiere meterse en ningún lío. Insiste en evitar definir hasta dónde llega España y alega que «desde el punto de vista policial (argumento que no se recoge en el Derecho Internacional) se considera que la delimitación terrestre es la que fija el vallado fronterizo».
Aunque el Ministerio de la Presidencia intenta no contradecir algunas de los conceptos de difícil encaje jurídico utilizados por Grande-Marlaska para defender que el 24-J todos los fallecidos lo fueron en suelo del país vecino, el Gobierno acaba reconociendo que el concepto de «tierra de nadie» que el titular de Interior ha empleado de manera recurrente en sus comparecencias efectivamente no existe. De hecho, los expertos coinciden en señalar que se trata de un término bélico que tampoco tiene cabida en el Derecho Internacional.
Según el Ejecutivo, la «expresión de tierra de nadie» se refiere a esos «pasillos de tránsito en los que no existe demarcación de ninguno de los países». Moncloa afirma que dichos «pasillos» son «comunes en los pasos fronterizos de todo el mundo», si bien no ofrece ningún ejemplo concreto. Eso sí, el Gobierno reconoce acto seguido que esos supuestos espacios de nadie «responden a criterios operativos para el control de documentación de personas y mercancías que transitan entre Estados y no tanto a criterios de Derecho Internacional».
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Melchor Sáiz-Pardo
Melchor Sáiz-Pardo Javier Arias Lomo
La falta de concreción del Ejecutivo a la hora de explicar al Parlamento hasta dónde, según su evaluación, llegan los límites del territorio nacional contrasta con su detalle a la hora de enumerar en la respuesta los tratados que fijan los límites entre los dos países en Melilla; desde el acuerdo de Tetuán de 1859 hasta los acuerdos hispano marroquíes de 1894, pasando por otros cuatro pactos y actas. Son precisamente esos documentos los que fijaron las fronteras de la ciudad española mucho más allá de donde se sitúan las actuales vallas, que fueron retranqueadas en suelo español. Sin embargo, el Gobierno evita en su contestación de Iñarritu ese espinoso asunto una vez más y no lo menciona en su repaso histórico.
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