Feijóo presiona a Sánchez para que no decida sobre Ucrania «sin autorización» del Congreso

Lo afirmó antes de participar en un acto de las Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) celebrado en Madrid tras defender que «una guerra injusta no puede acabar con una paz injusta», pero lamentando, al mismo tiempo, que «no se conoce la propuesta del Gobierno de Sánchez, ni si cuenta si quiera con apoyos dentro de la coalición, ni qué recursos va a destinar al frente o si va a enviar a voluntarios». «En definitiva, Sánchez no debe seguir acudiendo a foros internacionales y comprometiendo la postura de España sin que tenga la autorización del Congreso de los Diputados», zanjó.

Se da la paradoja de que las posturas de PSOEy PP son más similares de los que ambos partidos reconocen en público, y sus diferencias, de carácter más partidista. Ambas partes apuestan por la defensa de una «paz justa y duradera» para Ucrania frente a la potencia «agresora», es decir, Rusia, y que el pueblo ucraniano mantenga su integridad territorial, con las fronteras previas al anterior conflicto iniciado en 2014, cuando Kiev aún controlaba la península de Crimea y la región histórica del Donbás.

Sin embargo, la relación entre ambos partidos no solo se ha visto afectada por las diferencias políticas y por el silencio que recorre la línea telefónica que une Génova con Moncloa. El ruido externo de Vox también fuerza a Feijóo a un escorzo discrepante con la acción exterior delGobierno. «El señor Feijóo debe entender algo muy simple: en política nacional no se puede coincidir con Pedro Sánchez y sus secuaces. Y en política internacional, tampoco. Ya basta de sostener a Pedro Sánchez en todas partes y a todas horas», le espetó Santiago Abascal en sus redes sociales.

El líder de Vox se ha visto arrastrado en esta escalada bélica por su cercanía a la postura de la administraciónTrump, con la que comulga desde su ascenso a presidente del grupo parlamentario Patriotas del Europarlamento, en el que también se insertan las organizaciones lideradas por el italiano MatteoSalvini o el presidente húngaro, Viktor Orban.

La pugna entre el conservadurismo clásico y la extrema derecha no solo se juega en el tablero continental, también en lo doméstico. Y así lo quiso remarcar el PP. «En lo que tú le haces oposición a Zelenski y a Feijóo, el PP se la seguirá haciendo a Sánchez y a Putin. Seguiremos defendiendo el derecho internacional, la soberanía de Ucrania y la diplomacia, sin servilismos, con Estados Unidos», respondió a Abascal el portavoz de los populares, Borja Sémper. «Y eso no es estar al lado del señor Sánchez», apostilló Feijóo, preguntado por el rifirrafe.

En este escenario altamente volátil también se dan a veces simbiosis entre rivales. En la exigencia al Gobierno de que cualquier decisión que ataña al envío de material militar al extranjero o tropas tenga que pasar por el Congreso, PP y Sumar ya coincidieron en octubre al pactar dar luz verde a una iniciativa en ese sentido en el Congreso. A cambio de la abstención de los de Yolanda Díaz, que era suficiente para que la propuesta saliera adelante, los populares votaron a favor de que la reforma de Sumar para poder reclamar al banco cláusulas abusivas en la amortización de la hipotecas.

La postura de Sumar respecto a cuestiones como el aumento del gasto militar o la permanencia de España en la OTAN es, sin embargo, menos combativa que la sus compañeros de bancada de Izquierda Unida –que cuenta con un asiento en el Consejo de Ministros, el de la titular de Infancia y Juventud, Sira Rego– o sus antiguos aliados de Podemos, que directamente exigen a Sánchez la ruptura «inmediata» con la Alianza Atlántica y el cierre de todas las bases estadounidenses en territorio español –las de Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota(Cádiz)–. Los morados, además, ya avanzan que rechazarán cualquier propuesta que el Gobierno lleve al Congreso para elevar el gasto en defensa.

La secretara de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, se desmarcó este lunes, en cambio, de ambos partidos alegando que la autonomía estratégica de la UE no se resuelve con «eslóganes», «proclamas» y «debates del siglo XX». De hecho, recordó que una de las personas «más influyentes» en el nuevo Gobierno norteamericano, el magnate Elon Musk, también ha pedido la salida de EEUU de la OTAN. Duval alertó de que el antiguo aliado de Europa «ya no es de fiar» y que se está posicionando «junto a Rusia». «Toca defender el multilateralismo y el derecho internacional», concluyó.