Podemos carga sobre Díaz la presión de concretar si va a las generales o no

El debate, en el que también están inmersas otras fuerzas como Izquierda Unida, los comunes o Más País, amenaza ya con envenenar una cita electoral crucial para Podemos y sus confluencias, sobre todo después de que la experiencia en las autonómicas andaluzas de junio sacara a relucir rencillas internas y desembocara en un mal resultado.

Si el domingo la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, reconocía a este periódico que «el año preelectoral nos apremia a todos», este unes fueron los coportavoces del partido Javier Sánchez Serna y Alejandra Jancinto –candidata de los morados a la Comunidad de Madrid– los que aumentaron la presión hacia Díaz al señalar que es ella la que «debe decidir si va a ser candidata o no. Ahora mismo no tenemos esa información».

En solo medio año los dirigentes de Podemos han pasado de reconocer que la vicepresidenta «necesita su tiempo» , que era «la mejor candidata posible», a tratarla como un «aliado electoral». Esa idea sobrevoló la 'Uni de otoño', el encuentro anual que Podemos destina al intercambio de ideas, durante el fin de semana, y ha puesto en cuestión la relación entre ambas partes por las alusiones directas y otras veladas al «proyecto de país» de Díaz. «Un proyecto de país no es solo pensar en los cambios estructurales, sino como queremos mejorar el día a día de los ciudadanos», lanzó Verstrynge el viernes, la misma jornada en la que el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, puso en valor «la militancia» de los suyos, cuando esta es la principal debilidad de la plataforma de Díaz, que carece de bases y apuesta por dar todo el poder a la ciudadanía. Los diferentes intervinientes dejaron claro el anhelo de que «Podemos debe liderar a la izquierda» porque, argumentaron, es la fuerza que «más ha hecho por la izquierda en los últimos años».

Pero el colofón final llegó con la intervención el domingo, en el madrileño Teatro Coliseum, del histórico líder de los morados Pablo Iglesias, que recordó que Díaz llegó a ser ministra gracias «a la generosidad de Podemos» y que, tras la investidura de Pedro Sánchez, se «llevó al Gobierno a formaciones políticas que ni siquiera habían compartido la estrategia negociadora», en clara alusión a Izquierda Unida. «No hay discurso más reaccionario que el que dice que los problemas son los partidos», añadió en alusión al relato de la vicepresidenta. Finalmente ligó la necesidad de los suyos de confluir con Sumar con una petición de «respeto» al partido que fundó en 2014.

Si no se refería a Díaz, desde Podemos tardaron 24 horas en negarlo. Fueron los coportavoces de la formación los que insistieron este lunes, en rueda de prensa, en desmentirlo. Sánchez Serna argumentó que «no se citó» directamente a la vicepresidenta y que esa petición de respeto de Iglesias formaba parte de una «reflexión mucho más amplia».