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Los Presupuestos no solo suponen un quebradero de cabeza para Pedro Sánchez a la hora de dar viabilidad a su Ejecutivo. El PP es consciente de que las Cuentas públicas son ahora mismo el único impedimento que tienen por delante sus presidentes a ... la hora de garantizar que cumplirán con sus mandatos hasta mayo de 2027 tras la salida de Vox de los cinco gobiernos autonómicos por discrepar de la política migratoria de los populares que ambas formaciones compartían hasta hasta este julio.
La consumación del divorcio no supuso ningún drama en Génova, antes al contrario. Es más, fuentes populares creen que, echando la vista atrás, para sus barones fue más que positivo librarse de la presión que ejercían los voxistas, quienes –constatan sus rivales– cayeron en las encuestas antes de que la gestión de la DANA les haya permitido, también según los sondeos, remontar posiciones. Y lo cierto es que la decisión esta misma semana de Marga Prohens, presidenta de Baleares, de prorrogar las Cuentas del pasado año parece marcar el camino del resto de barones, con la posibilidad del adelanto electoral en la recámara.
Génova insiste en que la decisión de anticipar o no los comicios corresponde a cada presidente. Y recuerda la máxima de Feijóo desde su llegada en 2022: que sus barones sean autónomos, la única garantía, según el partido, de resultar atractivos políticamente y seguir ganando en las urnas. A pesar de que no se prevea ningún movimiento en esa dirección, la situación en cada territorio arroja un distinto análisis y los de Alberto Núñez Feijóo no pueden garantizar que el tablero se quedará como está. Con el PSOE recomponiéndose en varios territorios, Santiago Abascal descartó este domingo en ABC que su partido vaya a hacer pinza con la izquierda pese a tildar de «fantasía» que pueda retornarse a los ejecutivos de coalición.
La hoja de ruta del PP tras la ruptura pasaba por, al menos, conseguir el apoyo de Vox para los Presupuestos. Pero las exigencias de los voxistas no dibujan un escenario nada claro. Baleares, de hecho, fue testigo la semana pasada de cómo se quebraba un acuerdo con los de Abascal por no aceptar el PP una exigencia en materia lingüística, lo que llevó a Prohens a retirar su proyecto presupuestario para 2025 y acordar en paralelo con la izquierda mantener la Ley de Memoria. Lo que apuntaría a tratar de aguantar hasta 2027.
En julio, y junto a la renuncia del polémico vicepresidente voxista Juan García-Gallardo, Alfonso Fernández Mañueco, líder del primer territorio donde el PP integró a los de Abascal, cesó a los consejeros de Agricultura y de Industria, pero mantuvo al de Cultura, con un perfil independiente. Mañueco, con 31 de los 81 escaños del Parlamento, está en minoría con dos años de legislatura por delante . Por el momento ha presentado el anteproyecto a las cuentas, pero podría seguir los pasos de Prohens.
Jorge Azcón también se vio obligado a reestructurar su Ejecutivo tras el cese «a petición propia» del consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Ángel Samper (Vox). Perdió el apoyo de los siete diputados de Vox que, junto a sus 28, sumaban la mayoría absoluta de 35 sobre un total de 67. No tienen garantizado aprobar las Cuentas.
Carlos Mazón pactó con Vox en 2023 para lograr una mayoría que le diera la presidencia. Pero en mayo decretó el cese de los tres miembros voxistas y ahora su objetivo es claro: preparar las cuentas para el próximo año después de que la dana haya dejado en papel mojado el anteproyecto que iba a presentar apenas unos días después de la catástrofe. Eso sí, desde el Ejecutivo autonómico no se ponen fechas, aunque los socialistas ya se han mostrado dispuestos a apoyar las Cuentas como acaban de hacer con las de la Diputación valenciana.
Fernando López Miras logró 21 escaños, solo dos menos de los necesarios para la mayoría absoluta. Tras la salida de los dos consejeros de Vox, la meta fue tratar conseguir el apoyo de la derecha radical para los Presupuestos, algo que sigue en el aire. Miras descarta por ahora un eventual adelanto electoral.
El PP de María Guardiola logró el mismo número de parlamentarios que el PSOE (28) y tuvo que incluir en su Gobierno un consejero de Vox, el cual se dio de baja como militante tras el órdago de Abascal y continuó en el Ejecutivo. A pesar de ello, Guardiola está como los demás: o cede o prorroga los Presupuestos.
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