El PP prepara el terreno para resistir en el 'no' a Sánchez si falla el plan A del PSOE

El PP ha cerrado ya la puerta a abstenerse para facilitar el Gobierno de Pedro Sánchez, pese a que en una primera fase tras las elecciones la estrategia resultó difusa. Ni coalición, ha dejado claro, ni abstención. Ni hoy ni mañana. El discurso de los populares, más contundente aún esta semana, dibuja un panorama de «máxima gravedad» en el que el PSOE sondea al independentismo y el nacionalismo con un secretario general al frente que «no es fiar» y que arrastra un bagaje inaceptable para los conservadores. Y si ese es el marco, un marco en el que se incide cada día, fuentes de la formación consideran que Casado, por coherencia, se mantendrá firme ocurra lo que ocurra. «Aguantará», dan por sentado.

No todos, sin embargo, comparten que esa deba ser una decisión inamovible. En este momento, la dirección del PP ha cerrado filas y el partido, con algunas salvedades, ha aceptado por ahora la posición oficial: es impensable una abstención ante Sánchez y ese es el mensaje a transmitir. Fuentes populares argumentan que si el primer responsable de la repetición electoral fue el líder del PSOE y que si lo fue por descartar un acuerdo con Podemos que resulta que sí es posible, no hay razón para salir «al rescate».

Sospechan, además, que los socialistas podrían querer del PP un pronunciamiento a favor de colaborar para reforzar la posición negociadora del PSOE frente a Esquerra. Y habiendo «elegido Sánchez a esos compañeros de viaje», los populares no entienden por qué tendrían que facilitar al presidente en funciones la travesía con el independentismo catalán cuando el partido de Casado considera un error esa vía de diálogo.

También la portavoz del PP en el Congreso, que defendió desde el primer momento en los órganos internos un Gobierno de concentración entre populares, socialistas y Ciudadanos, descartó esta semana colaborar en la investidura de Sánchez. «No sería una abstención patriótica –reiteró este viernes Cayetana Álvarez de Toledo–, sería una abstención masoquista y nefasta para los intereses de España».

Pero, ¿y si fracasa el PSOE con Esquerra? Ahí es donde vuelven a surgir las discrepancias y donde cabe anticipar una corriente de presión interna a la dirección.

Si bien hay dirigentes del PP que cuestionan que su electorado pudiera entender un cambio de criterio, otros sostienen que, en ese nuevo marco, los populares estarían obligados a dar una respuesta como «partido de Estado». Resistencia o pacto. La cúpula ha dejado pocas grietas. Pero hay cargos que, sin saber si será posible, confían en que, llegado el caso, no se opte por el no sin calcular que eso podría suponer una tercera convocatoria electoral. Aunque por ahora, insisten, «son demasiadas hipótesis».