Reynders cita a Bolaños y González Pons el miércoles en Bruselas y da dos meses para desbloquear el CGPJ

El Ejecutivo comunitario ha expresado desde 2022 su «preocupación» sobre la enquistada actualización del órgano de gobierno de los jueces, que considera de «extrema urgencia». Para lograrlo, el comisario de Justicia, Didier Reynders, ha citado al ministro de Justicia, Félix Bolaños, y al vicesecretario de Institucional del Partido Popular, Esteban González Pons, el próximo miércoles. Es decir, más de un mes después de la entrevista de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en la que acordaron encarar la renovación del Consejo con requerimiento de una insólita mediación de la UE.

Reynders ha dirigido una carta al ministro y a González Pons en la que acepta implicarse en un «diálogo estructurado» para tratar la renovación del CGPJ y ha propuesto este 31 de enero para esa primera reunión. Y da un plazo concreto para desbloquear la crisis al señalar en su mensaje que «este diálogo no deberá exceder los dos meses».

Para Bruselas proceder a la renovación del CGPJ es «prioritario», ya que la parálisis «está afectando negativamente al trabajo del Tribunal Supremo y al sistema judicial en su conjunto», señala en su comunicado. El último intento de alcanzar un acuerdo entre PSOE y PP fracasó en octubre de 2022, después de que Feijóo diera por finiquitados los contactos, cuando el pacto se rozaba, al sentirse engañado por la negociación paralela que mantenía el Gobierno con ERC para suprimir el delito de sedición, como acabó ocurriendo.

Es por ello que la institución comunitaria, bajo la responsabilidad del comisario Reynders, será la encargada de supervisar ese diálogo, «enfocado en resolver un problema que persiste». Esta negociación sentará sus bases sobre las recomendaciones del Ejecutivo comunitario en sus informes sobre la evolución del Estado de derecho en 2022 y 2023. En estos documentos, Bruselas urge a renovar el Consejo y a proceder después a adaptar el nombramiento de sus vocales a los estándares europeos.

El cruce de valoraciones de los dos interlocutores españoles evidenciaron, no obstante, el agrio ambiente que va a rodear el diálogo. En declaraciones en Bruselas, Bolaños aseguró que en esta reunión defenderá que lo «urgente» es la renovación de este organismo y que la reforma es un asunto que puede discutirse después y no en paralelo como quiere el PP.

El titular de Justicia -que interpretó que la suya es la postura que comparte Bruselas, una tesis que, a la contra, también utiliza el PP- se mostró optimista sobre el encuentro de la próxima semana: «Vamos con toda la esperanza de poner solución a esto cuanto antes», destacó el ministro, que añadió, mordaz, que el hecho de que el PP «abandone la rebeldía» y se siente «por fin» en la mesa de negociación «no es una cuestión menor». En paralelo, fuentes del Gobierno expresaron su intención de que «esta negociación sea la definitiva», al tiempo que incidían en el «gran deterioro» provocado al sistema judicial, de lo que culpan a los populares.

El líder de estos saludó que Bruselas vaya finalmente a intermediar, como él solicitó. Feijóo también considera que el relevo en el CGPJ es «más urgente que nunca» , pero para reconducir el «deterioro del Estado de derecho» y reforzar la independencia de la justicia en un momento en el que el Gobierno redacta «códigos penales a la carta de los que han delinquido», en alusión a la amnistía.