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El presidente del Gobierno tiene previsto recibir el próximo jueves a Alberto Núñez Feijóo con el fin de acercar posturas ante el cambio de escenario ... en el plano internacional, lo que aboca a España a aumentar su gasto militar. Pero eso no impidió que ayer Pedro Sánchez arremetiese con dureza contra el jefe de la oposición y su partido, a quien exige dejar de hacer «de abogados defensores» de Vox «y romper con la ultraderecha que quiere romper Europa».
En concreto, el secretario general socialista –que participó en la clausura del 15º Congreso del PSdeG-PSOE y que se vio obligado a suspender durante varios minutos su discurso por la indisposición de una militante– criticó que Feijóo denunciase este jueves la exclusión de Santiago Abascal en la ronda de contactos a la que están convocados también el resto de grupos parlamentarios para fijar una postura común en la vertiente internacional. «No nos sorprende, pero desde luego nos avergüenza», señaló Sánchez antes de asegurar que «a nosotros nos preocupa la seguridad de Europa, no la soledad de la ultraderecha».
El aumento de gasto en Defensa hasta alcanzar el 2% del PIB, compromiso en el que se reafirmó Sánchez el pasado jueves desde Bruselas, es uno de los asuntos más espinosos entre los socios que sostienen su frágil mayoría. El jefe del Ejecutivo defendió ayer que esta posición del Gobierno es «absolutamente coherente» con toda su trayectoria desde que llegó a la Moncloa en el año 2018. Pero Sumar, su socio en la coalición, Podemos, ERC o Bildu, formaciones que reivindican el antibelicismo, ya se han mostrado en contra, lo que empuja al presidente a buscar sus votos, una vez más, en Génova. Pero Sánchez no ha optado, en esta ocasión, por una estrategia de apaciguar los ánimos antes de su encuentro con Feijóo en Moncloa.
«Dan tumbos, sin ideas, sin dirección y sin escrúpulos», denunció sobre la estrategia de oposición del expresidente de la Junta de Galicia. «No solamente no es presidente del Gobierno porque no quiere –ironizó–, sino que tampoco es jefe de la oposición porque no sabe». Sánchez, además, aprovechó la ocasión para instar al líder de los populares a fijarse en el ejemplo del líder conservador alemán, Friedrich Merz –con quien, precisamente, Feijóo se reunió el pasado viernes–, que tras ganar las elecciones en el país teutón ha mantenido el cordón sanitario a la ultraderecha en busca de una nueva coalición de gobierno con los socialdemócratas. «Es un centro derecha que no se tutela por la ultraderecha, sino que aísla, se independiza y se distancia de la ultraderecha», resaltó el jefe del Ejecutivo.
Sánchez no hizo ninguna mención explícita al aumento del gasto militar o la posición de sus aliados parlamentarios en esta cuestión, pero dejó claro de nuevo que en el ala socialista del Gobierno creen con firmeza que el rearme de Europa es más necesario que nunca ante la actual coyuntura. «La paz en Ucrania es la seguridad en Europa. Y España debe defender a Europa para que Europa pueda defenderse a sí misma», afirmó. También mandó un mensaje directo a Trump y a la influencia ejercida por EE UU. «Porque además, visto lo visto, mejor empezamos a depender un poco más de nosotros mismos y un poco menos de otros», dijo.
Sánchez se desplazó hasta Santiago de Compostela para arropar a José Ramón Gómez Besteiro, reelegido como líder de los socialistas gallegos, quien quiso insuflar ánimos a los militantes de cara al próximo ciclo electoral de 2027, con la esperanza de desbancar a un PP que acumula cinco mayorías absolutas consecutivas, antes con el propio Feijóo y ahora con Alfonso Rueda. «Es una firme convicción, podemos ser una alternativa en Galicia», aseguró.
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