Secciones
Servicios
Destacamos
El Gobierno sigue caminando con pies de plomo y evita concretar en qué medida está dispuesto a aumentar el gasto militar para cumplir el compromiso ... adquirido por Pedro Sánchez el pasado jueves en el Consejo Europeo extraordinario convocado para hablar del rearme de la UE ante el giro estratégico de los Estados Unidos respecto a Rusia y la guerra de Ucrania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von del Leyen, advirtió este martes de que será preciso dedicar a defensa más del 3% del PIB y pidió a los estados actuar «con la valentía que la situación requiere». Pero el jefe del Ejecutivo todavía está inmerso en apaciguar los ánimos de unos socios críticos con esos planteamientos y evita trasladar ese tono de gravedad y urgencia.
La reunión que este martes mantuvo con Yolanda Díaz para tratar de acercar posiciones en víspera de la ronda de contactos que el presidente mantendrá el jueves en la Moncloa con el resto de partidos menos Vox apenas sirvió para bajar el balón al suelo. La pista de que no todo fue sobre ruedas la dio el hecho de que no hubiera, como en un primer momento se había planteado, un comunicado conjunto. Sí lo hubo de Sumar que, el día anterior, había pactado entre todos sus componentes una posición de mínimos para rechazar cualquier aumento del gasto militar y, en cualquier caso, diferenciar entre este y el destinado a seguridad.
Los socialistas siguen insistiendo en que «en lo importante» las dos formaciones que conforman el Gobierno están «alineados» y aseguran que en la cita hubo «buen ambiente». Efectivamente, el PSOE y su socio de Gobierno coinciden en algo. La nota de Sumar admite que «es necesario avanzar hacia un modelo de defensa y de seguridad europeo autónomo, defensivo y disuasorio». Pero también subraya que hay que hacer «un diagnóstico transparente» porque aumentar el gasto en defensa no va a resolver «los problemas de coordinación y falta de interoperabilidad de las Fuerzas Armadas de los distintos países de la UE» ni a garantizar mayor autonomía estratégica. Y añade: «Garantizar la seguridad europea pasa hoy por poner la cohesión social y la lucha contra el cambio climático en el centro de nuestras políticas».
El lunes, la portavoz del PSOE, Esther Peña, ya había asegurado que la subida del gasto en defensa no irá en detrimento del gasto militar. Este martes lo repitió la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, y, según fuentes gubernamentales, Sánchez se lo garantizó a la vicepresidenta segunda. Pero eso no impidió que, al tiempo que se celebraba el encuentro, los portavoces de los distintos partidos integrados en el grupo parlamentario del movimiento impulsado por Díaz mantuvieran ayer un discurso muy duro contra los planes esbozados por el presidente. Incluso la ministra de Sanidad y portavoz de Más Madrid, Mónica Madrid, evidenció, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en Moncloa, que su partido tampoco aplaude la decisión.
La portavoz de Compromís, Águeda Micó, amenazó con replantearse su relación con el Gobierno si el PSOE acaba pactando el incremento del gasto militar con el PP. Sin llegar tan lejos. Gerardo Pisarello, de los comunes, habló de «locura belicista» y remarcó que, si aumenta el gasto militar, no será en su «nombre». El diputado de la Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, llegó a reclamar el cierre de «todas las instalaciones militares» en Aragón. Y también el coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, en Toledo, defendió que «no es hora de rearme ni de aumento de gasto militar».
La encrucijada es compleja para Sánchez, que además tiene en la oposición a un PP al que se resiste a pedir ayuda y que, a su vez, pretende aprovechar la coyuntura para forzar al PSOE a reconocer que no tiene mayoría efectiva para gobernar. De ahí que, por ahora, el presidente se limite a surfear el debate con reuniones como la de este martes o como las del jueves en las que, según avanzan en Moncloa y critican los populares, no se pondrá ninguna propuesta específica sobre la mesa.
Alegría alegó que su falta de concreción acerca de cuándo pretende llegar España al 2% del PIB en gasto militar, inicialmente previsto para 2029, o sobre en qué cuantía podría aumentarse el gasto militar este 2025 se debe a que el Gobierno quiere ser «absolutamente serio y prudente» y todavía faltan elementos para hacer un análisis concluyente. Por eso dijo también que Sánchez no comparecerá en el Congreso de los diputados para hablar del conflictivo asunto hasta después del Consejo Europeo del día 21.
Fuentes gubernamentales insisten en que todavía hay que establecer qué porcentaje del PIB se dedica ahora (la última cifra declarada a la OTAN fue de un 1,28%) o qué puede computar no ya como gasto en defensa sino como gasto en «seguridad», un concepto en el que el jueves hizo ya hincapié Sánchez y en el que parecen sentirse más cómodos algunos partidos de la izquierda.
Alegría apuntó también que la propia UE tiene que tomar aún decisiones respecto a cómo se articularán instrumentos financieros como los 150.000 millones de préstamo anunciados o sobre qué partidas podrían no computar como déficit. Y recordó que el presidente del Gobierno sigue dando la batalla para que haya transferencias como en pandemia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La explicación al estruendo que sobresaltó a Valladolid en la noche del lunes
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.