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Pedro Sánchez ha marcado hoy claras distancias respecto a Mariano Rajoy en su política (o más bien lo que considera la ausencia de ella) hacia Cataluña. Un día después de que la justicia alemana dejara en libertad a Carles Puigdemont y descartara el delito de rebelión en el proceso de extradición a España, el secretario general del PSOE ha sido rotundo. «Me cuesta confiar en la estrategia política del Gobierno en esta crisis que abrió el secesionismo», ha dicho.
El lider de la oposición, que respaldó la aplicación del artículo 155 y la intervención de la autonomía de Cataluña cuando la Generalitat y la mayoría independentista del Parlament dejaron clara su intención de celebrar un referéndum de autodeterminación al margen de la ley, siempre ha defendido que no bastaba la norma para encauzar el problema y que era necesario hacer política.
En una entrevista en La 1, ha asegurado que respeta la actuación de los tribunales, incluida la del tribunal alemán, pero ha insistido en que «es evidente que hay que dar una salida política». «Estamos en una dinámica judicial en la que tenemos que respetar sus decisiones y desde la política -ha defendido- debemos traducir estas decisiones judiciales en elementos de valoración política».
En todo caso, Sánchez también ha admitido que quizá su propuesta de reforma constitucional para profundizar en los aspectos federales del modelo autonómico también «llegue tarde» tal y como están evolucionando los acontecimientos.
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