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El fichaje de Óscar López, tras la defenestración de Iván Redondo como director de gabinete del presidente del Gobierno, ya fue en julio el principal signo de que Pedro Sánchez había sanado las heridas provocadas por el cisma que vivió el PSOE en octubre de ... 2016. Ahora el círculo se cierra con una incorporación si cabe más concluyente a la Moncloa, la del que fuera su portavoz parlamentario entre 2014 y ese otro año fatídico, Antonio Hernando, que ejercerá como 'número dos' de López en calidad de director adjunto. «Es un gran político y debemos tener a los mejores», justificó este lunes el jefe del Ejecutivo.
El nombramiento, adelantado por eldiario.es, tiene una importancia que trasciende lo meramente logístico porque la ruptura de Sánchez con Hernando, como unos meses más adelante con López, no fue meramente política sino profundamente sentimental. Los tres crecieron en el partido bajo el manto del exsecretario de Organización y exvicesecretario general, José Blanco, y los tres estaban llamados a heredar el puesto de mando de la formación; aunque paradójicamente, el hoy jefe del Ejecutivo era visto por los otros como el que menos proyección tenía.
López, que durante el mandato de Zapatero ejerció de número dos de Blanco en Ferraz, llegó a ser secretario general del PSOE de Castilla y León y secretario de Organización él mismo con Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general. Antonio Hernando tuvo un papel destacado como portavoz de Interior en la comisión de investigación del 11-M y ocupó distintas secretarías tanto en las ejecutivas entre 2008 y 2014. Ese último año, Sánchez lo nombró portavoz en el Congreso tras vencer a Eduardo Madina en las primarias gracias al apoyo de Susana Díaz, que lo veía como un muñeco de barro al que iba a ser capaz de manejar. A Óscar López, que se había mostrado escéptico con su candidatura, lo hizo portavoz en el Senado.
La gran fractura llegó cuando en 2016, después de que los críticos con Sánchez, entre los que se encontraban la mayor parte de los barones del partido, le obligaran a dimitir, Antonio Hernando se situó con quienes defendían la abstención en la investidura de Mariano Rajoy para evitar unas terceras elecciones. El mismo día en el que Sánchez entregó su acta de diputado por mantenerse fiel a un «no es no» que, en realidad, había tenido algo de táctico, su amigo subió a la tribuna del hemiciclo para explicar por qué el PSOE permitiría un nuevo gobierno del PP.
Con Óscar López las cosas se romperían unos meses después, cuando sin comunicárselo a Sánchez se decidió a construir una nueva candidatura a la secretaría general liderada por Patxi López; una tercera vía que naufragó. Ahora los tres 'hombres de Blanco' vuelven a estar juntos. Hernando sustituirá en el puesto a Llanos Castellanos, fichada hace solo tres meses e incorporada este fin de semana a la ejecutiva del PSOE como secretaria de Justicia y Relaciones Institucionales. «Es reconocer las capacidades que tiene cada uno», adujo el jefe del Ejecutivo hoy en la Ser.
El nuevo director de gabinete, reconocido en todo el partido, aprovechará la ocasión para cerrar su equipo y desprenderse de algunos colaboradores heredados de Redondo.
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