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ALEJANDRO FUENTE | ISABEL GÓMEZ
Oviedo
Sábado, 2 de enero 2021, 10:21
El operativo de rastreo desplegado en el puerto de San Isidro ha encontrado la máquina fresadora que quedó sepultada bajo un alud en la carretera AS-253, en la zona de Riofrío, en Aller con dos trabajadores. El vehículo fue arrastrado unos 200 metros por ... un precipicio por la gran avalancha, que supera los cuatro metros de altura por encima del nivel de la carretera. Por el momento, no hay noticias del trabajador que sigue desaparecido, V. G. G. El cadáver de su compañero, César F. O., fue localizado pasadas las once de la noche, tras ocho horas de intensa búsqueda.
En la búsqueda participan ochenta personas de grupos «altamente especializados en montaña», cuyo trabajo se está viendo dificultado por el alto riesgo de aludes que hay en la zona (nivel 4). De hecho, las labores en la zona alta se suspendieron ante el riesgo de nuevas avalanchas, pero siguen, a pie, en la zona baja.
El dispositivo lo integran efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias, el Grupo de Rescate y Unidad Canina del SEPA, junto al GREIM de la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se ha incorporado hoy con dos pelotones de 25 personas cada uno (además de un grupo cinológico, un grupo especial de montaña, una cuña y un vehículo oruga). La consejera de Presidencia, Rita Camblor, activó anoche el Plan de Nevadas en fase de emergencia nivel 2, que hasta ese momento se encontraba activado en alerta nivel 2. Esta declaración permite a la comunidad autónoma solicitar el apoyo de medios extraordinarios como los efectivos de la UME con base en León. Asimismo, el servicio de Infraestructuras regional, por su parte, ha enviado medios a la zona y la estación invernal de Fuentes de Invierno participa con personal y una máquina quitanieves. Desde León también se ha enviado maquinaria quitanieves.
El primer paso de los efectivos desplegados al reanudar las labores de búsqueda esta mañana (el operativo se retiró a las 2.39 horas de la madrugada por las malas condiciones de la zona, que impedían continuar el rastreo) fue evaluar la seguridad del terreno. «Ya suspendimos anoche el operativo porque era muy inseguro seguir trabajando en la zona. Ahora, un grupo de diez personas analizan si es seguro meternos bajo la ladera a trabajar para centrarnos en buscar en la zona donde creemos que está la máquina y el compañero que falta», explicaba a mediodía el Jefe Supervisor de Bomberos del SEPA, Eduardo Rubio.
Poco después de esa comparecencia ante los medios, la búsqueda se suspendía en la parte más alta del lugar del accidente para evitar provocar nuevos aludes (el riesgo en la zona es de nivel 4) y solo quedan vigías. El trabajo para intentar localizar al trabajador continúa en la parte más baja, pero con mucha dificultad debido a la cantidad de nieve.
Todo apunta a que los dos operarios, en el momento de ser sorprendidos por la avalancha –sobre las tres y media de la tarde–, se encontraban fuera de la máquina desatascando la chimenea por la que se expulsa la nieve. Habían acudido a limpiar la calzada de otro desprendimiento previo. En el suceso, un hombre de 46 años, D. G. C., que circulaba tras la fresadora, resultó herido con una pierna rota y, posiblemente, tenga varias costillas fracturadas. Dos turismos quedaron atrapados bajo las viseras antialudes, con dos familias que se encuentran bien, indicaron fuentes del SEPA. Una de las primeras personas que logró llegar hasta el lugar de los hechos fue Fernando Cordero, del Hotel La Braña, que se encuentra en lo alto del puerto, en el pueblo de La Raya.
«Nos llamaron los ocupantes de uno de los dos turismos que quedaron atrapados en las viseras. Pararon porque había nieve acumulada por pequeños desprendimientos y no podían circular. Sabían que venía la máquina detrás de ellos, pero que esta no aparecía. Ya había pasado media hora. Treinta minutos después nos llaman los compañeros de los operarios preguntando si habíamos visto a la fresa. Nos temimos lo peor y, junto con mi hermano, cogimos el todoterreno y fuimos hasta la zona».
Caía mucha nieve y la circulación era lenta. «Vimos a una furgoneta tipo campera parada a la altura del mirador de Zuvillaga y nos acercamos. Había un hombre atrapado entre el vehículo y el quitamiedos. Estaba destrozado, con la pierna derecha rota bajo una rueda y, posiblemente, algunas costillas también. Se estaba muriendo por el frío. Llevaba una hora así, sin poder hacer nada. Logramos sacarlo usando unos gatos y lo metimos en nuestro vehículo. Si no llegamos, igual no lo cuenta».
Fue en ese momento cuando se dieron cuenta de la magnitud de la tragedia. «Cuando logró recuperar el aliento, nos contó que circulaba detrás de la quitanieves y que esta se detuvo». Los operarios se bajaron cuando estaban en Riofrío para desatascar la chimenea de la máquina por donde se expulsa la nieve. «Nos dijo que estaba a unos 40 metros de ellos; y que en un momento empezaron a hacer señas y se bajó de la furgoneta. Fue cuando se vio sorprendido por la avalancha arrastrando a los trabajadores».
Los hermanos Cordero avisaron a los servicios de emergencia y trataron se trasladar al herido. «Tardamos porque no se podía circular por la calzada debido a la copiosa nieve. Logramos salir de allí y bajamos el puerto por la parte leonesa hasta Puebla de Lillo, donde nos cruzamos con la ambulancia que subía. Allí lo dejamos. Nos dijo que iba a marcar bien este día porque había vuelto a nacer».
«Las personas que están entre las viseras se encuentran bien, nos lo han dicho. Se trata de un matrimonio con una cría de dos años y una pareja de jóvenes treintañeros», explicaba Cordero, a pesar de las bajas temperaturas, rondando los cinco bajo cero.
Tras explicar lo ocurrido, Cordero estalló ante la situación de este puerto. «Podría haber sido yo el atrapado por el alud. Llevamos años alertando de que esto podría pasar; de hecho, ya ha ocurrido en más ocasiones y no se hace nada. Claro, por aquí no pasa el señor Adrián Barbón», decía en alusión al presidente del Principado. En 2005, tres coches quedaron sepultados. «Hace más de veinte años ya había un proyecto, un pequeño puente en esa curva para sortear esa caída de nieve, y que ésta pasara por debajo. Hace tres años, el Principado se comprometió a visitar la zona para comprobar su estado. Seguimos esperando», se quejaba.
Ante la magnitud de la tragedia, el presidente del Principado, Adrián Barbón, acudió anoche al Ayuntamiento de Aller para interesarse por la evolución de las labores de rescate. También fueron la consejera de Presidencia, Rita Camblor, el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, y la directora general de Infraestructuras, Esther Díaz.
Junto al alcalde, Juan Carlos Iglesias, conversaron con los mandos de la Guardia Civil y del 112 responsables del operativo, quienes les explicaron la situación y cómo se realizarían las tareas de búsqueda. También se reunieron con los familiares de uno de los trabajadores desaparecidos, a quienes se les transmitió la información y se les facilitó apoyo psicológico.
Camblor y Calvo, por su parte, acuden esta tarde al puesto de mando habilitado en Felechosa para seguir los trabajos de rescate del operario.
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