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Un alpinista catalán murió este martes tras ser sorprendido por una avalancha cuando su grupo, formado por otros ocho montañeros españoles, estaba a punto de alcanzar la cima norte del Aragats, un volcán extinto con más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, el punto más alto del país. Los supervivientes de la expedición, de la que formaban parte dos bomberos de la Generalitat de Cataluña, concretamente del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) de la Seu d'Urgell (Lleida), y otro voluntario, fueron rescatados por los servicios de rescate armenios, que emplearon 51 efectivos y dos helicópteros.
Siete de los rescatados se encuentran internados en hospitales de la región y presentan heridas que van desde magulladuras hasta politraumatismos, pero en ningún caso peligra la vida de ninguno. El otro montañista restante se encuentra «perfectamente», como confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, este martes antes de comparecer en la sesión de control al Gobierno en el Senado.
Se da la circunstancia de que el Ministerio de Medioambiente de Armenia había advertido de antemano del riesgo de avalanchas en la zona por encima de los 2.500 metros de altitud como resultado de la subida de las temperaturas previstas a partir de este martes. Como resultado de ello, se había desaconsejado visitar los principales picos del país.Sin embargo, la prensa local destaca que es el primer accidente por aludes ocurrido en lo que va de temporada.
De hecho, uno de los escaladores, cuya identidad no ha trascendido, describió desde el hospital, en declaraciones al medio armenio News.am, cómo su grupo fue sorprendido por el alud a las 15:26 hora local (11:26 en la España peninsular), cuando estaban a punto de hacer cima. «Toda esa nieve cayó sobre nosotros y rodamos unos 400 metros en una avalancha. No sé qué decir...», explicó.
La cantidad de nieve provocó que algunos de ellos quedaran sepultados, como fue el caso del alpinista fallecido, al que se dio en un principio por desaparecido mientras aún continuaban las labores de búsqueda, con la falta de luz como principal lastre. Su fallecimiento lo confirmó en un primer momento a RTVE el alcalde de la Seu d'Urgell, Joan Barrera Aranda, de donde era residente, y posteriormente la Generalitat de Cataluña.
Albares, que quiso agradecer «sinceramente» al Gobierno armenio por la colaboración y la ayuda prestada, explicó la contribución en el rescate de la antena diplomática con la que cuenta desde hace poco España en Ereván, de la Unidad de Emergencia Consular de Exteriores así como la participación del Consulado General en Moscú, que se pusieron «rápidamente» en contacto con las autoridades locales.
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