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Venezuela ha tardado dos semanas en confirmar al Gobierno español la identidad y los cargos de los que acusa a José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, los dos jóvenes bilbaínos de 35 y 32 años, respectivamente, detenidos por el régimen de Nicolás Maduro ... por un supuesto complot para «sembrar el caos» en el país sudamericano. Se trata de un trámite legal básico que venía reclamando el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de su embajada en Caracas, y que confirmó este lunes el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares.
El ministro, que en todo momento ha estado en contacto con las familias de los detenidos y ha informado puntualmente al lehendakari, Imanol Pradales, detalló que tuvo conocimiento de la respuesta venezolana a finales de la semana pasada. A partir de este momento, prosiguió Albares, España ha puesto en marcha la maquinara para asegurar «la protección diplomática y consular» de los dos ciudadanos españoles, «para que estos dos compatriotas injustamente retenidos en Venezuela puedan regresar donde siempre tuvieron que estar, que es junto a sus familias», zanjó.
Lo que eludió responder el titular de Exteriores fue la letra pequeña de lo delitos que Venezuela imputa a ambos, alegando que su Ministerio debe «trabajar con tranquilidad» y que los detenidos «tienen también derecho a la intimidad». Eso sí, reiteró que los ciudadanos vascos «no tienen nadar que ver» con «ningún organismo público español, mucho menos con el CNI», como señaló el 14 de septiembre el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, cuando anunció por televisión la existencia de este supuesto complot del que formarían parte Basoa y Martínez junto a dos ciudadanos estadounidenses y otro checo.
Las relaciones entre España y Venezuela siguen, pese a este acercamiento puntual, tirantes. El chavismo decidió retirar a su embajadora en Madrid hace dos semanas, después de la ministra de Defensa,Margarita Robles, calificara de «dictadura» al Gobierno de Maduro. Este lunes, durante un acto oficial en Pontevedra, fue cuestionada de nuevo por el término. «Dije lo que pensaba y no cambio de opinión de un día para otro», respondió.
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