La tramitación para construir el puente de Requejada a Suances requerirá de toda la legislatura

El Pleno del Parlamento de Cantabria ha abordado, este lunes, la situación en la que se encuentran en este momento dos de los proyectos sin duda más icónicos del mapa viario de la provincia, la construcción del puente que debe unir a Requejada y Suances y la construcción de la carretera que debe enlazar Potes y Reinosa, obras, las dos, que llevan décadas reclamando ser algo más que un mero gancho político en campaña electoral.

Ladeadas por cuantos consejeros han pisado el Gobierno regional en los últimos 30 y 50 años, que es, más o menos, el tiempo que llevan los dos proyectos saliendo y entrando de los cajones, ambas infraestructuras están ahora encima de la mesa del despacho del último en llegar, Roberto Media, que hoy, a preguntas del Grupo Parlamentario Vox –que quería saber qué va a pasar con ellas–, ha anunciado que ya ha ordenado que se den los primeros pasos burocráticos para que esas dos carreteras se hagan realidad. Claro que no será a corto plazo. La tramitación para construir la primera requerirá de toda la legislatura y la segunda, que costará 100 millones de euros, tardará en hacerse entre nueve y diez años.

Presto a aclarar la situación, Media ha explicado en relación con la carretera Requejada-Suances que este proyecto obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental favorable al estudio informativo en 2015, pero que, «por la inactividad y la desidia del anterior Gobierno», ésta caducó en marzo de 2022. «Lo mucho o poco que se podía haber avanzado en los últimos años no ha servido de nada», ha dicho el consejero, molesto porque «ahora hay que iniciar de cero este proyecto».

Según Media, que calcula que la construcción del ansiado puente supondrá una inversión próxima a los 50 millones de euros, el recorrido burocrático del proyecto no será precisamente corto. «Si no ocurre ningún imprevisto, la obra podría quedar adjudicada al final de esta legislatura para poder concluirse a lo largo de la siguiente», ha dicho.

En relación al segundo proyecto, la construcción de una carretera que una las comarcas de Liébana y Campoo, Potes y Reinosa, una idea que ronda por el departamento de Obras Públicas desde hace más de cincuenta años, el consejero ha anunciado que el nuevo Gobierno regional ya dio el el primer paso el pasado 16 de septiembre.

«Ese día se emitió la orden de estudio correspondiente al estudio informativo y al estudio de impacto ambiental del nuevo tramo de carretera CA-183 de conexión entre Reinosa y Potes», ha indicado Media, que ha precisado que para agilizar el cronograma de la obra «se ha encomendado a Gesvican la licitación y contratación de la redacción tanto del estudio informativo como del estudio de impacto ambiental».

Y ese día, también, la Consejería tachaba la primera fecha de un larguísimo calendario burocrático en relación a una obra que «no estará terminada hasta dentro de unos nueve o diez años», según ha confesado Media, que ha informado de que este proyecto tendrá «un coste aproximado de unos 100 millones de euros».

Vieja aspiración de cuantos gobernantes ha tenido Cantabria a lo largo del último medio siglo, este proyecto, archivado las mismas veces que ha sido abordado, debería unir a su término las comarcas de Campoo y Liébana desde la localidad de Brañavieja hasta la CA-184, en Pesaguero, atravesando la comarca sur del valle del Nansa por el municipio de Polaciones.

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