«Vuestra leche hace milagros»

Solo el año pasado hubo 63 bebés que tomaron biberones de leche donada (más de 200 litros), de ellos 12 nacidos por debajo de la semana 32 de gestación y con menos de kilo y medio de peso. Pero desde la creación del Banco de Leche, en 2017, han sido más de 300 los recién nacidos que han recibido leche materna procedente de donaciones.

José Luis Arroy, director del Banco de Sangre y Tejidos, donde está integrada esta estructura de lactancia, fue el encargado de expresar el agradecimiento a las homenajeadas y de explicar la cadena de donación, que parte de una entrevista personal y una analítica a las aspirantes para comprobar su buena salud. A partir de ahí, la extracción se realiza en casa, con el material proporcionado por el centro, que incluye un sacaleches eléctrico y los recipientes para congelar hasta que se procede a la recogida a domicilio para su traslado al Hospital de Liencres, donde se realizan las pruebas pertinentes para garantizar la calidad y la seguridad, y se procede al proceso de pasteurización y almacenamiento. Último paso antes de que esa leche viaje a Valdecilla para preparar las tomas de los recién nacidos más frágiles y que no tienen la posibilidad de alimentarse del pecho de sus madres.

De los beneficios que aportan esos biberones de leche donada habló la pediatra Estíbaliz Alegría: «Previene enfermedades, mejora la tolerancia alimentaria, la inmunidad y el neurodesarrollo... No se considera solo un alimento sino casi un medicamento». De ahí que el acto de entrega de diplomas a las 43 donantes de 2023 y a las 13 de este año –a cargo de la gerente del hospital, Dolores Acón; del gerente de la Fundación Valdecilla, José Francisco Díaz, y del propio Arroyo– buscara también difundir el papel que desempeñan el Banco de Leche y todas esas madres que hacen posible que funcione y contribuyen a sacar adelante a pequeños nacidos en el límite de la vida. En ello incidió el consejero de Salud, César Pascual, en su discurso de clausura. «La donación de leche materna si algo necesita es visibilidad y la necesitamos porque solo es posible donar en un momento determinado de la vida», al contrario de lo que ocurre con la donación de sangre, que se puede hacer durante varias décadas. Pero además, reconoció que este tipo de extracción «no es un proceso precisamente fácil para las madres» ya que es «complicado» y «laborioso», al tener que cumplir una serie de protocolos para que la leche donada «esté en perfectas condiciones».

«Es un proceso tremendamente complejo. Quizás la gente no es consciente de todo lo que conlleva la donación de leche. Y es, por ello, que es especialmente reseñable», remarcó Pascual, porque lo que hacen estas mujeres, como nodrizas del siglo XXI, «es un acto de amor a los bebés». También la doctora Acón dedicó unas palabras de agradecimiento a las donantes. «Sois ese núcleo de la sociedad que ya, desde que comienza la vida de vuestros hijos, sois tan generosas de dar esa parte de vosotras mismas (…) para que otros niños que no pueden alimentarse con esa calidad de alimento puedan tenerlo».