El adiós al poeta de la excesiva sensibilidad y la sencillez extrema

Profesor de Secundaria, José Luis publica su primer poemario, 'Cadenas', en los años setenta, una obra a la que seguirá 'Ramaizal (Cuatro poetas y un pintor)'. En estos años son frecuentes también sus colaboraciones en distintas colecciones y revistas de poesía como las santanderinas 'Peñalabra', 'La otra cara' y 'Cuévano' y las asturianas 'Hidra', 'El Bollo' y 'Aula 0'. En este periodo participa también en algunos certámenes nacionales de poesía como el Concurso Fraternidad que convocaba el Ayuntamiento de Salamanca y en el que recibió el primer premio.

Tras un paréntesis de más de tres décadas, José Luis publica en 2010 su tercer poemario 'Puertos para el olvido' y diez años más tarde llega a las librerías 'Asperginen. La vida en sueños de Flavio Yamoscuri', en 2021.

Al tener conocimiento de su fallecimiento, Marnay confiesa que «Se te parte el alma y el corazón». Define a su amigo, como una persona de sencillez extrema «como su propio nombre» y recuerda algunas de sus últimas palabras: «¡Tengo tanta ternura que compartir!». Testimonios como éste dan idea del carácter de José Luis, una persona de gran sensibilidad lo que «conlleva sufrimiento sin duda», afirma el pintor santanderino.

Evoca Marnay la reciente celebración, el pasado 21 de marzo, del Día Mundial de la Poesía, una jornada en la que, una vez más, quedaron en el olvido figuras como José Luis, un poeta «de excesiva sensibilidad».