El adiós a la 'voz de trueno', un activo de la sociedad polanquina

A lo largo de la mañana el infausto suceso comenzó a extenderse por las redes, dejándonos un afligido ánimo en todos los que le habíamos tratado. Descendiente del Poblado de Sniace, vino hace algunas décadas a vivir a Polanco, previo paso por tierras francesas donde vivió unos años por motivos de trabajo. Con posterioridad, de regreso a la tierruca, se incorporó a la mina de Reocín.

Gran aficionado al fútbol, en su juventud jugó de portero en varios equipos de la región: Sniace, Escudo Cabezón, el Cartes, el San Martín de la Arena en Suances… Como veterano jugó, durante unos años, con el Bar Cabrero. Y una vez que dejó de jugar en las diversas federaciones, continuó satisfaciendo el gusanillo del balónpie dedicándose a entrenar algunos equipos escolares, como el del colegio La Milagrosa de Polanco, donde consiguió en el curso 1996-1997 elevar a la categoría de campeones de la Liga escolar, al equipo de mini benjamines. También estuvo entrenando, junto a José Antonio Fernández, al recién creado equipo de fútbol del Rinconeda, en el que estuvo durante unos años como presidente. Este equipo ha logrado llegar a Tercera División.

Una de las facetas en que Fermín ha destacado y deja su impronta de buen hacer, ha sido en la de concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Polanco en donde se mantuvo desde 2001 al 2007, encontrándose de regidor Miguel Ángel Rodríguez.

Destacó por su gran predisposición hacia el cargo, supo escuchar, atender las demandas y estar atento a cuantas necesidades se iban dando; se mostró siempre como persona cordial, conciliadora y motivadora. Importante fueron sus conocimientos de francés que le hicieron ser concejal responsable del hermanamiento con la localidad francesa de Bruges. Sus conocimientos del idioma, su interés y su don de gentes favorecieron el estrechamiento de lazos entre las dos localidades hermanadas.

Pero no acababa de sorprendernos y siempre mostró una gran habilidad en el manejo de cinceles, mazas, martillos y punteros para elaborar esculturas en piedra y madera. Destacable la reproducción de la casa de cultura que quedó en exposición permanente en la misma casa. Su sensibilidad artística también se deja ver en sus óleos. Y como concejal, fue el promotor del mural existente en la casa de cultura.

Colaboró en la ronda marcera de Polanco y promovió la edición del libro de 'Marzas, tradición viva en Polanco', de Enma María Blanco, en 2003. Ha sido socio de la Asociación Sociocultural.

Se nos ha ido un activo de la sociedad polanquina y, aunque no podamos escuchar su 'voz de trueno' que retumbaba en la distancia, nos deja una estela de grato e inolvidable recuerdo. Quizá la imagen última más perdurable, tierna y afectuosa de Fermín es la que tiene con su nieta pequeña en brazos a la que adoraba.

Desde estas letras, nuestras condolencias con un abrazo a su esposa María Ángeles y sus hijos. Buen viaje, compañero. Que la tierra te sea leve y tu Descanso sea en paz.