Un bancario que cultivó la amistad y amaba la historia de su ciudad

Terminada su etapa de bancario se unió al negocio familiar, una fábrica de plásticos en la que se hacían toda clase de moldes. Poco amigo de sobresaltos, a lo largo de su vida, mantuvo su amistad con los mismos con los que la inició: por encima de todos, su hermano José; Fernando Negrete, 'Nandín', fallecido en septiembre de 2023; Antonio Sánchez Cavada y el que suscribe, Salvador Arias.

Es autor de un libro titulado 'Monumentos y recuerdos', del que solo se imprimieron siete ejemplares. Fechado en octubre de 1999 en Santander, tiene 187 páginas y Miguel Ángel tuvo la gentileza de repartirlo entre sus amigos. El índice de los monumentos fotografiados y descritos es una buena prueba del interés que tiene este documento para los cántabros. Se inicia con tres recuerdos de un novelista genial: el monumento a José María de Pereda, la placa al autor de 'Peñas Arriba' en el muelle santanderino y la placa al padre Apolinar. Figuran también los tres recuerdos de un desastre: el monumento a la reconstrucción de Santander; la placa que evoca la primera casa erigida tras el incendio y la placa a la reconstrucción de la Catedral. Hace referencia también a los 'Tres recuerdos de un vapor maldito' con el monumento a las víctimas del Machichaco, la placa al Machichaco situada en la Catedral y el monumento funerario a los marineros de la Trasatlántica.

No olvidó incluir en su estudio tres hitos de nuestra pequeña historia como son el monumento al Fuero de Santander, el dedicado a la ampliación del puerto y la placa de las ruinas romanas en la Catedral. Reúne también en un capítulo tres recuerdos de otros tantos personajes de la región en los monumentos a Concha Espina, el doctor Guillermo Arce y el músico Ramón Sáez de Adana. Evoca también el mundo de la mar con las estatuas del pescador en la Maruca; la Virgen del Carmen en el barrio Pesquero y la Sardinera en Puertochico así como el dedicado a Pedro Velarde.

Orgulloso del amor de su familia, en especial de su esposa, Teresa Ferrer Torrens y sus dos hijas Rosa y Nuria, y de sus nietos, quienes le han dado todo su cariño y han llorado su fallecimiento. Desde estas líneas quiero unirme al dolor de tan apreciada familia que, como yo, sentirán el insoportable dolor de su ausencia.

* Salvador Arias era amigo de Miguel Ángel Falcones