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CARLOS MURIENTE GARCÍA
Miércoles, 14 de junio 2023, 02:00
Se nos fue el amigo Paco, un hombre que estaba para todos y todo. Siempre se entregó a la hostelería con dedicación, esmero y buen ... talante. Comenzó detrás de la barra ayudando a sus padres, Santiago y Julia, en el bar de Puertochico. Años después, se trasladó a un negocio de hostelería en el barrio de Santiago el Mayor, Pronillo, donde Paco alcanzó fama con sus rabas, quisquillas, mejillones...
Hizo del trabajo una extensión de su familia, pues en la cocina estaba Mercedes, su mujer y compañera de trabajo, y también sus muy queridas hijas Maite, Merche y Toñi, que siempre ayudaban a sus padres.
Paco era una gran persona, cariñosa, amable y con gran sentido del humor fino. Recuerdo lo que nos reíamos cuando hacía las cuentas con tiza en la columna del bar; lo borraba y vuelta a empezar con la cuenta. Su extensa clientela se convirtió en verdaderos amigos. Entre ellos estaban la juventud del barrio, que convirtieron el bar de Paco en su punto de encuentro. Ellos, en agradecimiento, le organizaban una comida todos los años que él reconocía con mucho cariño.
La vida también fue dura con él. La enfermedad de su mujer y su fallecimiento, la de su yerno y su hija pequeña, Toñi. A pesar de todo, Paco siguió disfrutando y haciendo agradable la vida de los demás. Tenía a su lado a sus hijas, nietos y bisnietos. Pero todavía la vida tenía preparada una sorpresa para él: Isabel, una gran mujer que le acompañó los últimos años, con la que tenía mucha complicidad y que le dio ganas de vivir. Iban de viaje, organizaban excursiones y le preparaba fiestas familiares con mucho esmero y cariño. Muchas gracias, Isabel.
También te doy las gracias, Paco, por haberte conocido y por formar parte de tu vida. ¡Cuánto compartimos! Te consideraba un padre. Siempre te recordaré y cuando lo haga será con una gran sonrisa, como la que tú nos ofrecías a todos. D.E.P. buen amigo.
*Carlos Muriente García es amigo de Francisco Aja.
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