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José Antonio, en una exposición de sus obras que tuvo lugar en el Centro Cultural Doctor Madrazo. DM
Obituario | José Antonio Arce Lago

El buen humor y la profesionalidad en el trato con los clientes

SANTIAGO PÉREZ

Lunes, 23 de enero 2023, 01:00

José Antonio Arce Lago, fallecido hace unos días a los 83 años de edad, pertenece a una de esas estirpes que han dejado una gran huella en Santander. Cuarto de seis hijos -mellizo de 'Ceditas'- de Nicanor y Mercedes, despachó durante años en la camisería familiar ubicada en la calle Lealtad. Una vez cerrada la tienda, José Antonio se dedicó a la pintura, una de sus pasiones, llegando a exponer sus óleos en el Centro Cultural Doctor Madrazo a finales de los noventa. 'Toñín', como le conocían sus amigos, era hermano de Manuel, el conocido escritor y propietario de la añorada Galería Sur.

Nicanor Arce, el 'jefe', fue un emprendedor procedente de Asturias que montó una primera camisería en la santanderina calle Lealtad en 1940. Un año después, destruida por el incendio de la ciudad, se trasladó, junto a otros establecimientos arruinados por las llamas, a los barracones instalados en la plaza de Pombo. Más tarde, Arce se traslada de nuevo a Lealtad, convirtiéndose en un negocio exclusivo donde se viste la alta sociedad. La calidad, la variedad y el buen gusto en cada prenda puesta a la venta -trajes, camisas, chaquetas, corbatas, cazadoras, pantalones, corbatas, tirantes, calcetines...- eran los principales reclamos del comercio, en el que siempre atendieron con gran profesionalidad José Antonio y su hermano Agustín.

Arce abrió dos tiendas en Madrid, una en 1959 en la calle Cedaceros -entre Alcalá y la Carrera de San Jerónimo- y otra en Doctor Fleming.

Tras su etapa profesional en la tienda de la familia, ya retirado, José Antonio se volcó en el mundo de la pintura. Óleos sobre tabla, generalmente, en los que predominaban los paisajes figurativos del cono sur de la bahía con tonalidades protagonistas de verdes, ocres, azules y blancos.

Artista autodidacta, antiguo alumno de los Salesianos, cosechó un notable éxito con su primera muestra en el desaparecido Club Parayas, en 1997. Un año más tarde, expuso su obra en el Centro Cultural Doctor Madrazo.

Aquejado de una severa enfermedad pulmonar, José Antonio peleó con fuerza contra ella durante varios años, sin perder el buen humor y la simpatía que le caracterizaban. Uno de sus médicos, el doctor Ramón Agüero Balbín, en la condolencias enviadas a su familia, señala que «fue una buena persona que luchó contra su enfermedad siempre con esperanza, disciplina y tenacidad, siempre alegre y simpático con todos».

José Antonio deja viuda, María Rosario, y seis hijos, Almudena, Fernando, José Antonio, Manuel, Carolina y José Miguel, y once nietos.

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