Un catedrático que destacó en la Educación Secundaria

Nacido en Palencia, desde que llegó a Santander a finales de los setenta, procedente de Salamanca donde comenzó su andadura profesional, ejerció como catedrático de la disciplina en los Institutos de La Albericia y Santa Clara. Dos de los centros educativos más emblemáticos de la región.

González Nieto fue director en el primero de ellos en los años 80, siendo aún muy recordado por todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo en aquellosmomentos. Pero sobre todo desempeñó labores muy relevantes en el mundo de la formación del profesorado, particularmente en el ámbito de la Didáctica de la asignatura.

Sus propuestas para aunar la formación teórica de los profesores con la práctica, en coherencia con la universalización de las Enseñanzas Medias de los años 80, fue pionera en la transformación de la realidad de las aulas.

Sin apartarse de la perspectiva del profesor, aportaba el fundamento teórico de las ciencias del lenguaje que explicaban mejor los usos en contexto atendiendo al giro lingüístico de la filosofía, la psicología o la sociología.

En su tesis Teoría lingüística y enseñanza de la lengua (2001) las presentó, incorporando además las sugerencias metodológicas, que hoy mantienen toda su vigencia. En los años 90, las compartimos también con la fallecida Pilar Maestro en inolvidables reuniones de trabajo, que eran una excusa para disfrutar con él de un encuentro más entre amigos.

Los que lo conocimos sabemos de su inquebrantable compromiso con la verdad y la amistad, con la solidaridad.

Últimamente, como otra muestra de su generosidad, nos ha regalado una breve autobiografía novelada, 'Viaje a Francia', en la que disecciona la bondad de su carácter desde los años cincuenta del pasado siglo.

En el Ayuntamiento de Santander logró además un escaño como concejal del PSOE, con Juan Hormaechea como alcalde. Coincidió con políticos socialistas de la talla de Santiago Pérez Obregón, Benito Huerta, Martínez de la Pedraja, Juan José Sota o Gómez Acebo.

A Luis Gonzálaez Nieto se le puede describir como una persona buena y honesta, con una línea educativ amuy progresista. Pudo haber llegado a ser muy influente en el mundo de la plítica, pero nunca tuvo grandes pretensiones, más allá del ámbito docente.

Los amigos que continuamos en deuda con tu magisterio, Luis, estaremos encantados de ver cómo alcanzas la buena proyección que te mereces con ella. Hasta siempre.

Firman este obituario, además, Socorro Ledesma e Irene Rubio.