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Para los componentes de la Coral de Los Corrales de Buelna José Arozamena siempre será 'Mena', «un hombre esencialmente bueno», compañero infatigable que siempre estaba disponible, voz inolvidable que «ha dejado una huella imborrable entre todos nosotros», más aún cuando la agrupación vocal corraliega ha ... perdido en los últimos meses a integrantes históricos que habían hecho de esa formación «una gran familia».
La coral, en conjunto, como saben hacer las cosas, ha lamentado la pérdida de «mucho más que un compañero y un gran amante de la música, la mejor persona del mundo, el mejor amigo, el mejor compañero, una persona bondadosa, siempre dispuesta a hacer un favor y todo, siempre, con una sonrisa». Poco más se puede decir de una persona. Si cabe, añaden que no le olvidarán.
Jubilado de lo que actualmente es Nissan Cantabria, antes Mecobusa-Fundimotor, Mena había nacido en Los Corrales hace 92 años y en esta localidad del Besaya transcurrió su vida; se casó con Raquel de Dios y también corraliegos son sus cuatro hijos: Luz Divina, Javier, Ildefonso y María José.
El amor por la música llevó a Mena a participar activamente en agrupaciones de distintos estilos, como rondallas, la Agrupación de Pulso y Púa Fresneda o la propia Coral.
A título individual, componentes y antiguos miembros de la agrupación corraliega manifestaban en estos días su pesar por la pérdida del veterano compañero. Luisa María Ingelmo añoraba «a la gran persona y mejor compañero de tantos años», mientras que Marisol Urreta aseguraba que «será difícil no notar su vacío como coralista y, sobre todo, como ser humano». La directora del coro, Justi Echeverría, recordaba que conoció a Mena cuando entró en la Coral, hace 32 años, primero como compañera coralista y los últimos 25 como directora. «Excelente cantor de la cuerda de bajos, de voz profunda y afinada, buen instrumentista de la guitarra y grandísima persona. Era un trabajador incansable, siempre dispuesto ante cualquier necesidad». Cuenta Justi que en los locales de ensayo de la coral «queda su impronta: una silla alta con atril, que hizo con sus propias manos para facilitarme los ensayos; siempre pensando en los demás. Deja una huella imborrable en su Coral de Los Corrales».
Tras cantar en su funeral, muchas eran las voces que recordaban la cantidad de misas por compañeros a las que últimamente han asistido. «Qué gran coro se está formando en el cielo», decía Nuria. Una frase que hacían suya todos los coralistas.
Otro miembro de la agrupación, Marisol, recordaba «con el temor de dejarme a alguno» reseñaba nombres como los de Manuel Puente, Clemente García, José Antonio Fernández, el propio Mena o Miguel Ángel Pérez, «además de nuestro presentador de siempre, Manuel García».
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