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R ecientemente se conocía el fallecimiento de Nuria León Venero, vicepresidenta de la Federación Cántabra de Patinaje, miembro de la Comisión Delegada de la Federación Española de 2016 a 2020 y asambleísta a lo largo de varias legislaturas. Durante mucho tiempo fue, además, presidenta de ... la Asociación Deportiva Patín Santa Cruz de Bezana, técnica nacional desde 1989 y «una gran persona, muy querida y respetada en el mundo del patinaje, en general, y del patinaje artístico, en particular», según informó al poco de conocer su muerte la Real Federación Española. Tenía 57 años y fue incinerada el pasado domingo.
Juan Ramos, presidente de la Federación Cántabra de Patinaje conocía a Nuria «desde que éramos niños. Ella en el mundo del patinaje artístico y yo en el del hockey. Cuando llegué a la Federación, hace dos años, le dije que quería contar con ella y que fuera la vicepresidenta. En estos dos años hemos trabajado juntos intensamente».
«A nivel personal -recuerda- hay que destacar la empatía que tenía con las chicas y chicos a los que enseñaba..., su cariño. Ella mantenía una relación intensa con los deportistas. Lo dejó todo para dedicarse en cuerpo y alma al patinaje. No ha tenido más vida».
Nuria León recorrió toda España y parte del mundo llevando su deporte como estandarte. Allí donde fue dejó una huella imborrable, como muestran las numerosas muestras de condolencias recibidas en la Federación Cántabra. «Y es que hablar de patinaje, es hablar de Nuria», señala Juan Ramos.
Hace menos de un mes, Nuria regresaba con un grupo de patinadores del Campeonato de Europa celebrado en Italia. Dice el presidente de la Federación que ya llegó en mal estado. Había estado tres años luchando contra un cáncer, sin tirar nunca la toalla.
Otra de las personas que mejor conocían a Nuria es Santiago García, expresidente de la Federación Cántabra. Un tanto emocionado por «el mazazo que ha supuesto su fallecimiento», describía a Nuria como una mujer «que trabajó intensamente en la formación de entrenadores y monitores. Logró que la Federación pasara de tener dos o tres clubes a 40 o 42, con la aportación de colegios, escuelas municipales, etc».
«Ella conocía muy bien el mundo del patinaje y de la formación y nunca escatimó esfuerzo alguno. Era muy seria a la hora de enseñar todo lo que sabía».
Descansa en paz una gran mujer, una gran deportista y amante de los patines.
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