Un docente entregado y humilde con vocación de actor secundario

Recién sacada del horno la Educación General Básica, el hermano Floren ya enarbolaba la bandera de la innovación en el 'Sanjo' de Reinosa.

Su dedicación escolar caminaba siempre al máximo nivel, ratificada por propios y extraños, de manera que esta excelencia educativa, entre otros logros, le llevó a conseguir el premio provincial por un trabajo sobre 'Tu pueblo y su comarca', ilustrado con abundante material complementario del arte románico de esta zona de Cantabria.

Excelente profesor de historia, debido al cambio en la legislación del momento no pudo seguir perfeccionando aún más su preparación en la materia que tanto le gustaba.

También recordamos y valoramos sus habilidades para el dibujo y las artes plásticas en muchos aspectos académicos, así como en anuncios, carteles, adorno de tableros, nacimientos, decorados, especialmente los de las obras de teatro. ¡Cuántas horas de rodillas en la sala de usos múltiples!

Escribía como respiraba, siendo capaz con muy escasos recursos, de acompañar a los grupos de teatro y de recrear los ambientes escénicos más exigentes. No han podido tener mayor fortuna los que trabajaron bajo su dirección. Ilustrador cuasi monacal de historias, crónicas y manuscritos. Apasionado cantor en las liturgias, entonaba los himnos del momento conmoviendo a cuantos le escuchaban. Cronista y fotógrafo en la revista 'Alborada' del colegio, dejó testimonios e imágenes que merecen ser recordados, permaneciendo como acompañante y mentor de generaciones de Ampas del colegio.

Tuvo que ejercer además como administrador austero pero eficiente. Intendente que, con su ejemplo y testimonio, más nutría el alma que el estómago. Incansable en el trabajo, infatigable en la actividad, es la impronta que siempre caracterizó a Floren en cualquier momento de su trayectoria.

Como compañero no es fácil encontrar otro tan dispuesto y sacrificado. Su disponibilidad, humor, apoyo, ayuda, colaboración: todo lo que se diga es poco. De lo mejor que se puede encontrar para cualquier necesidad, dando testimonio de sus enormes habilidades.

Como religioso, ¿qué decir? Ahí están sus huellas después de 67 años de fidelidad. No es fácil seguirlas, aunque están bien marcadas. Hermano dedicado al máximo, disponible siempre, con la humildad del que nunca dice no, cantarín por fuera y por dentro, protagonista desde su vocación de actor secundario, está en nuestro recuerdo y en nuestro corazón.

La última etapa de su paso entre nosotros ha ido desgranándose entre dolores, intervenciones y largas estancias en hospitales y residencias, hasta la ofrenda final al Señor de su vida, que podemos resumir en una acción de gracias, expresada por él mismo en el día de la celebración de sus bodas de oro:

«Gracias Padre por tu amor incondicional que nos llega a través de las personas que pones en nuestro camino. Gracias por Juan María, que nos convoca y nos compromete hoy y siempre en la hermosa misión de darte a conocer a través de tu hijo Jesús y su palabra».

Hermano José Antonio Vivas Montes y compañeros del 'Sanjo' de Florentino García