La experiencia al servicio del mundo de los bolos

Casado con Ángela y padre de dos hijos, la amistad de Vicen con Pepe Ingelmo le llevó a enrolarse en la directiva de la Peña Bolística de Torrelavega. La entidad atravesaba momentos complicados y el exjugador asumió la responsabilidad de sacar adelante a la decana, para lo que se rodeó de un círculo cercano de confianza. Entre ellos estaba Gómez, que puso su experiencia como administrativo de la Nissan al servicio de las cuentas del club. Un tesorero al que le gustaban las cosas bien hechas, que adaptó su experiencia profesional al mundo de los bolos y que fue clave dentro de la cuadrilla que tomó el mando del equipo y lo devolvió a la élite.

Como todos los de su época Vicente cogió las bolas alguna vez para jugar partidas de amigos o de arriba los gananciosos, aunque no llegó a militar en ninguna peña. Tras su paso por la directiva de la Bolística se mantuvo fiel a los colores del equipo, máxime tras la llegada a la presidencia de Edu Ingelmo, el hijo de su amigo Pepe.

Afable y querido, su vida laboral discurrió en torno al mundo empresarial y a las oficinas de una gran empresa como es Nissan. Sus responsabilidades tanto profesional como bolísticas le llevaban a ser una persona seria y juiciosa en horas laborales, como corresponde, aunque nunca perdía la amabilidad que le caracterizaba con los demás.

Muy conocido dentro de la ciudad, los bolos fueron una de sus grandes aficiones. Seguidor de Pepe Ingelmo durante toda su carrera, En los últimos tiempos los problemas de salud le impedían ir a la Carmelo Sierra, aunque siempre se mantuvo informado a través de una tía suya de todos los resultados de la peña.