Los ganaderos despiden al defensor de sus derechos

Gaspar Anabitarte, actual responsable del sindicato agrario, destaca «la habilidad y fortaleza que tuvo Alejandro para levantar el sindicato». Confiesa con orgullo que siempre estuvo a su lado, «de segundón», trabajando codo con codo con Alejandro, formando un tándem que se complementaba a la perfección porque «él venía de la ganadería de los valles pasiegos, era el que de verdad sabía, y yo venía de la ciudad».

De aquellos años de peleas con la Consejería de Ganadería por temas como los brotes de brucelosis, Anabitarte recuerda que «lo que a mí me costaba horas de estudio llegar a entender, Alejandro lo entendía con una facilidad pasmosa: es la sabiduría de los pasiegos y de la gente del campo».

Alejandro Mazorra se inició en el mundo de la ganadería a finales de los años sesenta y fue vicepresidente de la desaparecida cooperativa agraria Nuestra Señora Virgen de Valvanuz entre 1984 a 1996. Fundada en el año 1968 por 116 ganaderos de la comarca del Pisueña, Nuestra Señora Virgen de Valvanuz se convirtió en la primera cooperativa de Cantabria Verificada y posteriormente se integró en Agrocantabria.

Mazorra fue uno de los primeros ganaderos ecológicos del país, un sector que hoy juega un importante papel en la economía cántabra. Con la fundación de la Ganadería La Sierra en 1990, Mazorra se convirtió en el primer ganadero ecológico de leche de Cantabria. A partir de su ganadería, que en la actualidad dirigen su hija, su yerno y sus dos nietos, Alejandro montó una quesería en la que además de quesos producen yogures.