La gasolinera 'Trancones', el gran sueño de Chichu

Chichu -apodo con el que se le conoce desde que era niño- es el cuarto Moisés de la familia Fernández. Durante once años dejó Arnuero para trabajar en el País Vasco, como muchos hombres y mujeres de su generación. Fue después de esa larga década cuando comenzó a fraguar su sueño, el de la gasolinera, que ahora llevan el quinto y sexto Moisés de este clan trasmerano.

Su hijo Moisés le recuerda con cariño, emocionado por la pérdida. «Su única afición fue su familia, estar junto a ella. Había constuido una bodega y allí es donde lo celebraba todo. Le gustaba en esas reuniones cantar rancheras. Posiblemente porque tenía mucha familia en México. A mí me enseñó muchos valores, ser honesto y trabajador sobre todo».

En Arnuero se le añora ya como un hombre sencillo y ejemplar, conocido por todos. Un ser honrado y trabajador que tenía las puertas de su casa abiertas para todo el mundo. «El director de la fábrica en la que trabajó en el País Vasco vino al funeral, después de tantos años». Un hecho que deja clara su personalidad y empatía.

Deja viuda este empresario a María Cruz Laínz, con la que tuvo tres hijos: Maria Carmen, Blanca Rosa (fallecida hace un año) y Moisés. Dos yernos y una nuera y tres nietos.

Chichu tuvo un emotivo homenaje el día en que su cuerpo sin vida fue llevado desde el tanatorio de Santoña a la iglesia parroquial de Arnuero, donde se celebraron las exequias y el posterior entierro. El coche fúnebre relantizó la marcha al pasar por la gasolinera Trancones para que diera el último adiós a su sueño hecho realidad.