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Por mucho que lo intentaron, nadie llegó a cocinar una merluza alangostada o rebozada como ella. Ha fallecido a los 95 años de edad, María ... Luisa Díez Antolín, Luisina la de la Gimnástica, que así lo entenderán mejor muchos torrelaveguenses. Quien fuera una de las mejores guisanderas de Torrelavega, deja a la gastronomía local huérfana de la mejor 'mano' para elaborar platos como el arroz con almejas o la olla podrida, pero también a esta ciudad.
En Cuatro Caminos, por aquello del cruce, y del repostaje de las antiguas diligencias, se concentró parte de lo mejor de la cocina de fogón: La Gimnástica, Villa de Santillana, La Gloria y el Galarza. Ellos, en la barra, ellas, en la cocinas, dando lustre gastronómico.
Luisina nació en el año 1927 en La Concha de Villaescusa. Su padre, cantero, falleció joven y se vino a Torrelavega a vivir con una tía, entrando a trabajar en la zapatería Carsan y luego en Helados El Valenciano, de grato recuerdo. Aquí es donde se entronca su vida con la de José María Fernández Bilbao, Mari el de la Gimnástica, otro símbolo de la vida de la ciudad de antaño. Había estudiado náutica pero la muerte de su padre le obligó a ocuparse de su bar y casa de comidas.
Con la madre de Mari, aprendieron Luisina y su cuñada Nati, casada con Sito, otro hostelero de referencia. Luisina y Mari se pusieron al frente del negocio situado en los bajos del edificio propiedad de la familia, en el que vivió hasta que en 1996 cesó la actividad.
Además de buena cocinera, fue una mujer muy trabajadora, siempre pegada a los fogones y criando seis hijos, porque tenía tiempo para todo, y si no lo tenía, lo sacaba de donde fuera. Era vital, alegre y disciplinada y aunque Mari era la imagen, ella era el alma.
Cocinó para gentes sencillas y de prosapia: políticos, deportistas, escritores, para quien no quisiera marcharse de Torrelavega sin saber quién era aquella cocinera tan renombrada. Tras la muerte de José Mari, apagó los fogones. Ahora, en el cielo, estará desvelando las recetas que deslumbraron a los gastrónomos. Vivirá en nuestro recuerdo.
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Ana del Castillo
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