El mayor defensor del legado de Vicente Trueba

'Cipri', natural de Liérganes y que en su juventud practicó el ciclismo, deporte que amaba con pasión, atacaba por sorpresa con todo su 'arsenal armamentístico' ante las fachadas de los ayuntamientos de Torrelavega y Santander y de aquellas instituciones que considerase oportuno para defender la herencia del ciclista de Sierrapando, una figura muy presente en el mundo del ciclismo de la capital del Besaya. El 'guerrillero Cipri' centraba sus ataques en la puerta principal de sus objetivos. No importaba que estuviera defendida por una pareja uniformada. Contra ese vano apuntaba sus poderosas armas: su vieja bicicleta, su mantel para cubrir los cachivaches con los que levantaba su mesa expositora de folios con notas y fotocopias de viejos periódicos; un oxidado, agrietado y abollado megáfono con el que lanzaba su discurso de verdades capaces de encender los rostros de algunos responsables; un viejo y desvencijado paraguas por si acaso, que aquí nunca se sabe...

Y luego venía su discurso incansable, un día y otro, apoyado por su arsenal colocado sobre el primoroso mantel que para el caso le había elaborado Conchita Gallego -otra luchadora por la supervivencia del emblemático museo-. Finalizaba el acto con una recogida de firmas en defensa del contenido del pabellón (ubicado parcialmente en la actualidad en unos locales cedidos de forma provisional por la empresa Sniace), visitado por figuras del ciclismo nacional e internacional así como por asociaciones de ciclistas y aficionados a este deporte en general.

En esa lucha incansable se mantuvo 'Cipri' durante años. En sus escasos 'descansos' (verdaderas treguas) cuidaba con cariño y esmero del orden y la limpieza de los locales que ha ocupado el 'agredido' museo y reparaba las donaciones que venían a sumarse a la colección. Quienes visitaban el museo podían disfrutar también de sus explicaciones, unos comentarios salpicados de anécdotas con las que transmitía su pasión por el deporte de las dos ruedas y su defensa del legado de Vicente Trueba.

Impulsó actividades inesperadas para empujar a los Amigos del Museo, por si alguien se cansaba de luchar con tan escaso rendimiento. Viajó por Europa buscando y ampliando el interés general y deportivo por la institución que había promovido el recordado Rodolfo Do Alto Gutiérrez.

En la actualidad, 'Cipri' estaba muy esperanzado con los nuevos planes proyectados para la Asociación del Museo Vicente Trueba, de la que era presidente.