El jugador que batió récord en el corro en los años setenta

La relación de José María con la madera le viene de cuna. Nacido en Arce, era el quinto de seis hermanos, todos ellos criados a escasos cien metros de donde Andrés Saiz Tresgallo montó su bolera cuando Bezanilla tenía ocho años. Allí empezó una aventura compartida por los hermanos Saiz y todos los niños de la zona, entre los que empezó a destacar muy pronto. Tras competir en dos regionales infantiles y en el primer Campeonato de España de la categoría, celebrado en Ontoria, en 1970 capitaneó el conjunto de la Peña Mali que ganó la Liga Provincial, equipo que compartió con Andrés Saiz Gutiérrez, Gabino Nieva y José Luis Martínez.

Casado y con una hija, el de Arce se dedicó en su vida profesional al campo de la siderurgia después de estudiar en el Instituto de Castañeda, trabajando muchos años en Renedo de Piélagos. Además de en la Peña Mali, en la que jugó en dos etapas, pasó por entidades como El Tocinero, Polanco o Velo. Entre sus hitos está el de participar en la cuadrilla que, en 1978, logró el reto de estar jugando a los bolos durante 32 horas seguidas.

Gran amigo de jugadores como Rubén Haya, era fans incondicional de la peña de Camargo y, eso sí, nunca olvidó sus orígenes y siempre participó en todos los acontecimientos importantes de la Mali, como el ascenso a la División de Honor del año 2016. Y es que, además de sentimentalmente, su vinculación con la entidad seguía vigente a través de su hermano Javi, que también fue jugador y presidente

Tras dejar la actividad federada y aunque nunca quiso jugar en veteranos, José María formó una cuadrilla para jugar la liga de aficionados que se dirimía en El Muelle de Oruña. Recordado con cariño por todos los estamentos bolísticos, Maliaño y Arce pierden un buen aficionado y, sobre todo, una buena persona.