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Los primeros años de vida de Severo Rivas, nacido en la localidad lebaniega de Cosgaya (Camaleño) en 1928, no fueron fáciles. Su padre, carpintero de profesión, enseñó el oficio a Severo y a su hermano Poldo que siendo aún muy jóvenes comenzaron a construir casas. ... Severo dibujaba bien y por eso se ocupaba de dibujar los planos que después se irían convirtiendo en las viviendas que construían.
En 1960 contrajo matrimonio con un vecina de Cosgaya, Caridad González, 'Cari', que después de casarse se hizo cargo de la tienda de ultramarinos propiedad de su familia y en la que los vecinos tenían acceso a todo tipo de artículos y comestibles. A finales de los sesenta, Severo construyó en esta misma zona del pueblo de Cosgaya diez habitaciones con sus respectivos aseos y, en la planta baja, un comedor presidido por un nogal donde se dieron muchas comidas y se celebraban bodas en un momento en que el turismo comenzaba a llegar a Liébana y a Picos de Europa. A la vista del éxito que tenían tanto los platos de la cocina tradicional que elaboraba Cari como el hospedaje, el matrimonio decide construir el Hotel del Oso que conocemos en la actualidad, situado frente al lugar en el que se encontraba la antigua tienda, al otro lado del río Deva.
La construcción del edificio se inició en abril de 1978 y dos años después se abren al público unas instalaciones con cuarenta habitaciones y un comedor con capacidad para cien comensales. Con el paso de los años, el Hotel del Oso se convertiría en una de las grandes referencias gastronómicas de Liébana. Una cocina tradicional, una clientela fiel, mucha ilusión, gran vocación y un trato familiar, unidos al cariño que recibían de sus clientes han sido fundamentales para que el establecimiento hostelero que ahora dirigen sus cuatro hijas continúe siendo un destino preferente para quienes visitan Liébana.
En 2014, el matrimonio formado por Severo y Cari fue reconocido por la Agrupación Lebaniega de Santander con el título de Veceros de Liébana y, un año después, fueron objeto de un caluroso homenaje en la Gala de Liébana y Peñarrubia. Hace dos años, Severo perdió a su compañera fiel, a Cari, con la que compartió su vida. Ahora se reunirá con ella sabiendo que sus hijas, Ana, Teresa, Irene y Cari siguen el camino que sus padres iniciaron.
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