La batuta de los 'Garcilasos' de Torrelavega

Cada martes y viernes desde hace cerca de cuatro décadas, los 'Garcilasos' (como se denomina a los miembros de la agrupación) se reunían para ensayar bajo la batuta de Lorenzo. «Sabía comprender cada fisura porque cada día llegábamos de una manera y él sabía entendernos de la mejor manera», recuerda Ramón, quien se incorporó al coro allá por el año 2000. «Nunca le ví de mal humor, capeaba las circunstancias y las encajaba como Cassius Clay», evoca el 'Garcilaso', quien destaca la manera en que Lorenzo afrontaba los fallos de los cantantes: «Cuando te equivocabas te echaba una sonrisa y te guiñaba un ojo, se hacía cómplice».

Lorenzo Morante se incorporó a la dirección del Coro Ronda Garcilaso en el año 1984, tomando el relevo de Pepín del Río, quien había impreso su selló personal en la agrupación torrelaveguense. Durante cerca de cuatro décadas, Morante ha dirigido la agrupación con «seriedad y mucho cariño», aportando su propio estilo de dirección y creando, con su 'Antología de la Música Popular cántabra', un importante número de temas que forman parte ya del repertorio coral de la región.

Además de dirigir la formación coral de Torrelavega, Lorenzo llevaba «todo el peso específico del coro: organizaba los viajes, los temas económicos... todo recaía bajo su responsabilidad», explica Colina quien recuerda que, a pesar del trabajo que conllevaban todas esas tareas, «nunca se quejó y además lo hacía de manera altruista porque cualquier otro director de coro tiene unos gastos y cobra algo simbólico pero Lorenzo no. Era el director pero se consideraba uno más».

Trabajador infatigable, el 'Garcilaso' define a Lorenzo como una persona «siempre recta y flexible al mismo tiempo», un hombre «generoso a quien nunca ví un mal gesto» y al que «nunca olvidaremos».