El médico que voló más alto que sus falcos

Supe de tí hace muchos años, cuando comencé mi andadura profesional de médico recién salido de la Facultad al hacerte una sustitución en Torrelavega. Me sorprendieron los comentarios de tu enfermera de entonces, frases como: «Es un médico que lleva el pelo largo», «Habla con sus pacientes y les escucha» o «Hace historias clínicas» ... y un largo etcétera. Eras casi un mito para tus pacientes que te han tenido en una gran estima.

Te has ido con austeridad, como elegiste vivir, y en silencio, pero con la intensidad que te caracterizaba y que dejara siempre huella.

Además de buen médico y sindicalista, formaste parte de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Cantabria; fuiste halconero y también piloto, dirigiendo durante un tiempo la Asociación Española de Aeronaves Ligeras (Aepal).

Ahora vuelas alto, más alto que tus falcos, por eso tu huella y tu aliento también quedarán en el viento.

Este recordatorio es mi pequeño homenaje a quien fue mi compañero de vida y de profesión.

Nunca te olvidaremos.