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MIGUEL MILLÁN
Lunes, 10 de julio 2023, 02:00
Ha fallecido hace unos días Serafín Gutiérrez Montero, ilustre ganadero de Polientes y titular también de otras empresas relacionadas con la construcción.
He conocido en ... mi vida muy pocas personas a las que puedo, en mi ranking particular, calificar de «grandes» en el sentido superlativo de la palabra. Me sobran varios dedos de una mano. Uno de ellos era Serafín, el más vitalista, el que se bebía la vida a tragos, el que siendo mayor que muchos de nosotros, tenía actividades y proyectos empresariales para los que a los demás nos faltaban la energía y las ganas. Y no se movía por dinero. Los que le conocíamos lo sabemos. La fiesta anual para 300 personas en su finca, los préstamos desinteresados para ayudar a otras personas cuya devolución a veces se presentaba incierta (y él lo sabía). Me consultaba frecuentemente problemas con contenido jurídico de los que después parecía olvidarse para fijar su atención en otros que requerían de repente su dedicación. Ha muerto como nadie merece morir, y menos él, pero ese vendaval de vitalidad e hiperactividad no casaba con la probabilidad de un final tranquilo en su cama. Habíamos comido juntos hace unos días y, aunque sabía que yo no podía acudir a su fiesta, seguía diciéndome que siempre contaba conmigo.
En Polientes estábamos todos. Muy pocas veces he percibido un sentimiento tan clamoroso de solidaridad, y Gloria me dijo que iba a necesitar los abrazos de todos sus amigos. Los tiene. Los abrazos y los amigos, los de esas personas que siempre contábamos con Serafín el primero para hacer algo y que celebrábamos su presencia cuando aparecía por sorpresa y nos decía que sí, que venía con nosotros, como me anunció hace pocos días para la comida anual en mi casa de Escalante. Ahora, sin él, no sé qué haremos.
Serafín, gran amigo, gran hombre, te has ido sin pedirnos permiso. Es lo que reprochamos a la vida, que no nos haya dejado despedirnos. Hasta siempre.
Miguel Millán era amigo de Serafín Gutiérrez
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Ana del Castillo
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