El mundo del grabado despide a uno de sus grandes valedores

Nacido en Santander en 1936, Pedro Casado, era doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Oviedo y ejerció la docencia en la Universidad de Cantabria, donde durante diez años impartió un máster en Tecnología Lechera. Su especialización en la industria láctea y sus derivados le llevó a ocupar durante varios años la dirección técnica de la antigua SAM (Renedo de Piélagos), factoría de la que llegó a ser director entre 1987 y 1996. Profundo conocedor de todo lo que tenía que ver con el sector lácteo, Casado escribió numerosos artículos y trabajos sobre este tema. En 1992, el Ministerio de Agricultura le concedió la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Agrario y Alimentario.

Persona inquieta y con gran interés por el mundo del arte, en paralelo a su actividad profesional, Casado Cimiano escribió numerosos artículos y estudios sobre el grabado español y llegó a reunir una importante colección. Entre sus obras destaca el 'Diccionario biográfico de ilustradores españoles del siglo XIX', publicado en el año 2006, un volumen que, según él mismo explicaba, era resultado de un trabajo de «ratón de biblioteca desarrollado durante cinco o seis años». Gran defensor del trabajo del grabador, en una entrevista Casado decía que «parecía que ha habido odio hacia esa técnica» y que tanto al grabador como al dibujante «se les ha dado poca importancia».

Miembro del Instituto de Estudios Agropecuarios y del Centro de Estudios Montañeses, el escritor Mario Crespo recuerda que fue entre 2006 y 2007 cuando trabajó estrechamente con Casado en la edición del libro 'Isabel II y los inicios de Santander como ciudad de veraneo'. «El libro surge a partir de los grabados de su colección; yo me ocupé de los textos y él seleccionó los grabados». Crespo define a Pedro Casado como una «persona muy activa, cordial, amable y muy humilde, implicado en todas las actividades del Instituto de Estudios Agropecuarios».