Secciones
Servicios
Destacamos
Fuimos compañeros de carrera en aquella promoción de Periodismo que se llamó Oriente Medio. Miguel Ángel era un joven valiente y audaz y brillaba como esas farolas que dan luz a todo su entorno. Muy amigo de Jesús Hermida y amigo nuestro, de Francisco Fuster ... y mío, volvíamos juntos todos los días desde Zurbano 55, donde estaba la Escuela de Periodismo, a la Gran Vía 22, donde vivía yo. Entonces la carrera de Periodismo se componía de un ingreso bastante selectivo –de 200 que nos presentamos quedamos 52 y las chicas éramos sólo siete–, tres cursos y una reválida.
Muy pronto Miguel Ángel se hizo novio de Maribel Hernando, que ya trabajaba en el periódico Arriba. Teníamos profesores conocidos, como Aquilino Morcillo, director de Ya, Victoriano Fernández Asís y Enrique de Aguinaga. Aguinaga fue enseguida profesor y amigo. Empezaba la clase muy dormido, venía del periódico Arriba, donde había trabajado toda la noche, pero su propio humor le hacía el efecto de un despertador.
Entre mis compañeros Miguel Ángel Gozalo y Jesús Hermida, grandes amigos, había la diferencia de sus temperamentos: Miguel Ángel era el que prestaba oídos a la noticia y tenía tiempo para dibujar algo alusivo al tema. No dejaba pasar ni dos minutos sin repicar como las campanas. Hermida, en cambio, empleaba la parsimonia antes de entrar en profundidades. Miguel Ángel había nacido en La Coruña y Hermida en Huelva.
Hicimos un viaje de fin de carrera a Oriente Medio: Egipto, Líbano, Siria y Jordania. Nos recibieron los embajadores españoles en aquellos países. Recuerdo la charla cálida y muy interesante de Miguel Ángel con el embajador de España en Líbano, Merry del Val, y con su mujer, de arrolladora simpatía. También intervino en la conversación Francisco Fuster, que era mi novio entonces y más tarde se convertiría en mi marido y padre de mis dos hijos, Fernando y José Antonio. Francisco había vivido tres años en El Cairo cuando su padre, Fernando Fuster Vilaplana, era agregado militar en Oriente Medio, y llevaba el país en el corazón. Los Merry del Val hicieron que yo hablara en francés para la televisión libanesa porque el año que había pasado en Francia me ponía acento de nativa. Lo celebramos después y Miguel Ángel nos invitó a cenar como si se tratara de una hazaña bélica.
La madrina de nuestra promoción fue la duquesa de Alba, Cayetana, una mujer cercana y generosa.
Pienso en los importantes cargos que ocupaste, Miguel Ángel: presidente de la Agencia EFE y director de TVE, entre otros.
Ahora te has ido, pero te quedas con nosotros mientras tengamos vida.
Angelina Lamelas es escritora y periodista
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.