Portador del estandarte en la lucha contra la ELA

No era su momento. O sí, pero para otras cosas. Porque después de desafiar a la enfermedad y al infierno deportivo cántabro de Los 10.000 del Soplao, se convirtió en portador del estandarte de la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica.

Y esta semana iba a ser el gran protagonista. Con humor, ya había preparado un traje y 'solicitado' una limusina a la Asociación Cántabra de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Canela) para acudir este sábado, en el Palacio de Festivales, al estreno de un documental -ELAleteo de las mariposas- que toma su figura como referente para dar visibilidad a los afectados por la enfermedad.

Un desenlace cruel, porque era su gran ilusión. Y para afrontar situaciones como estas, las ilusiones se convierten en asideros a los que agarrarse. Como lo era su idea de volver en este 2023 a Los 10.000 del Soplao. De nuevo, sin silla. En 2022, el tío, con 67 años y la enfermedad de mochila, superó los 29 kilómetros de la ruta adaptada. Otros, sin petate y con bastantes menos primaveras, o no son capaces o se quedan en el sofá.

Por eso, este fin de semana, en el que Canela además del estreno del documental celebrará el domingo un trail solidario, quiere que las citas sean un homenaje para Gil. Y que su ejemplo sirva no solo para dar visibilidad a los afectados, que también, sino para poner el foco en las carencias del sistema. Porque cuando fue diagnosticado, tuvo que abandonar su casa, en un tercer piso sin ascensor, para marcharse a una residencia. Donde hay cuidados, pero no precisos para una persona con ELA. José Luis ya no está, pero ahí sigue su lucha.

Morir es duro, pero más aún lo es dejar de vivir. Y como José Luis se negó a abandonar, la maldita enfermedad tuvo que pillarle por sorpresa.