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Leoncio Calle Pila, 'Fito', pasará con letras de oro a las páginas de la historia de Santoña como uno de sus personajes más singulares. Polémico, defensor a ultranza de sus creencias e ideas políticas y religiosas, admirado y odiado, trabajador incansable en la defensa de ... su pueblo, recordado presidente de los entrenadores cántabros, devoto de la Virgen del Puerto, falangista de camisa vieja y admirador de su paisano Carrero Blanco, falleció el pasado jueves a los 90 años.
A Calle Pila era habitual verle de paseo con su mujer por la Plaza de San Antonio, El Peralvillo o el Pasaje. Josefina estuvo siempre a su lado. No dudó en insultar en 2013, y en una sesión plenaria, al alcalde, el socialista José Ramón Badiola, que había insinuado que Pila 'había metido mano al cajón municipal'. Tras el incidente, ella se encontró mal y Fito le dijo a Badiola: «prepárate sinvergüenza que te voy a dar cuatro hostias, sinvergüenza, ladrón». Por ello fue condenado a quince días de multa diaria de seis euros y a pagar las costas judiciales.
En la Taberna de Berto solía saludar a muchos de los entrenadores de fútbol que visitaban la villa de Juan de la Cosa –siempre propuso que se hiciera un museo sobre el cartógrafo en Santoña– que le respetaban y que siempre elogiaron su labor al frente de éste colectivo.
Otro frente lo tuvo abierto en el Ayuntamiento. En plena democracia, no dejaba de ser un tanto paradójico que un falangista formara parte de una corporación municipal. En Cantabria, de hecho, sólo dos municipios significativos, Los Corrales de Buelna y Santoña, contaron con representantes del partido ultraderechista creado por Primo de Rivera.
Calle Pila fue 23 años concejal en el Ayuntamiento de Santoña, primero en 1970 con el Sindicato Comarcal de Pesca. Y ya con la democracia establecida, entre 1995 a 2015 –salvo un paréntesis de 2003 a 2007– primero con Falange Española de las JONS y después con el Movimiento Falangista de España, creado por el Frente de Unificación Falangista de Aragón, Unidad Falangista de León y disidentes de Falange Española Independiente. Esta formación subsistió gracias a Fito Calle que en 1999 consiguió dos concejalías, única representación del MFE en todo el país.
A pesar de su admiración por Franco y su régimen –en cada toma de posesión acudía al salón de plenos con la camisa azul y juraba el cargo por imperativo legal–, no dudó en trabajar codo con codo con el alcalde socialista Maximino Valle que en el 95, sin estar en la Comisión de Gobierno, le nombró concejal de Policía Local. Con Puerto Gallego, alcaldesa del PSOE entre 2001 y 2007 fue primer teniente de alcalde –gracias a su voto, el de la bancada socialista y de una ex edil del PRC mediante una moción de censura contra Pedro Luis García (PP) Gallego presidió la corporación– denunciándola después por prevaricación por lo que fue inhabilitada. Con Mila Rozadilla (PP) fue también concejal en la Comisión de Gobierno. Adelantado a su tiempo tuvo, entre otras, propuestas como la de otorgar el título de Utilidad Turística al Fuerte del Mazo y la zona del faro del Caballo, o instalar un funicular entre el casco urbano y el monte Buciero.
Calle Pila deja viuda y dos hijos, y una larga estela en el pueblo que le vio nacer y al que quiso por encima de todo.
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