

Secciones
Servicios
Destacamos
Las calles de Puente San Miguel echarán de menos las pisadas de Miguel Ángel Montes, quien las recorría a diario tanto en su trabajo como ... peón del Ayuntamiento de Reocín, un puesto de trabajo al que se incorporó en los años ochenta y continuó prestando servicio hasta su jubilación, como fuera de éste, en su tiempo de ocio.
Dicen de él quienes le conocieron que habrá pocos más trabajadores. Fácil de llevar, no discutía con nadie. «Nunca tuvo un problema con ningún compañero», afirman desde el departamento de Obras municipal. Tras, su jornada laboral, de ocho de la mañana a tres de la tarde, reponía fuerzas en casa y reposaba un poco. Después, salía por el pueblo para compartir tiempo con sus vecinos.
Lo que le apasionaba era el fútbol. En concreto, su equipo, el Fútbol Club Barcelona. Le defendía con uñas y dientes, perdiera o ganara. No se perdía un partido. Aunque para Miguel Ángel hubiera sido un sueño ir a su campo, se conformaba con disfrutar desde el otro lado de la pantalla.
Como contrapunto a la adrenalina que sacaba en cada encuentro, también le gustaba mucho una actividad bastante más relajante: cuidar del jardín. Últimamente, contemplaba cómo lo hacía su familia, que por verle feliz, seguía sus directrices en todo lo que se refería la jardinería. Recientemente, pidió plantar un árbol, que ha crecido y está precioso. Como todo en su jardín, que, curiosamente, hoy está más bonito que nunca.
Un hombre recio y muy reservado, que jamás en su vida laboral había pedido una baja, y que cuando enfermó no quiso preocupar a su familia, que conoció la situación cuando el deterioro físico de Miguel Ángel habló por él.
La infancia de sus sobrinos, Vanesa, Noelia, Carolina, Tamara y Rubén- «los críos de la casa», como él los llamaba- no habría sido igual sin él, a quien recuerdan «con dos palabras: «Todo corazón». Miguel Ángel marcó sus vidas y, a él, ellos le dieron mucha vida. Y todos juntos, formaron una familia llena de recuerdos.
En los últimos días, la familia no ha hecho más que recibir muestras de cariño y está agradecida por ello «a todas y cada una de las personas que han compartido algún momento de su vida con Miguel Ángel». También, a los que se han despedido de él. Sobre todo, dan las gracias al Ayuntamiento de Reocín, y a su alcalde, Pablo Diestro, y también a cada uno de los compañeros que, durante tantos años trabajaron codo con codo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.