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«Puedo ordeñar una vaca y hacer todas las labores», decía hace unos años Patricio Ares cuando le entrevistaron para un programa de televisión. Para Patricio, nacido en el seno de una familia ganadera de Hazas de Cesto a quien un accidente de tráfico dejó ... postrado en una silla de ruedas a los 20 años, la ganadería era su vida y por eso quedarse parapléjico no alteró sus planes, únicamente le obligó a cambiar algunas cosas de su rutina diaria en la granja.
«Estuvo en la ganadería hasta el último momento y, en los últimos años, cuando la enfermedad empezó a hacer mella en él, dejó el trabajo físico y se dedicó al papeleo», recuerda Diego Cruz, uno de sus sobrinos, para quienes su tío siempre fue «el referente de toda la familia». 'Patri', como todos le llamaban en la familia, era el tío favorito para sus sobrinos. «Estaba pendiente de todos nosotros y todos estábamos pendientes de Patri», apunta Diego.
Patricio era el segundo de cinco hermanos (dos mujeres y dos hombres), una persona que Diego define como «super alegre y positiva, de cara amable y gesto simpático que siempre huía de la polémica». «Incluso su médico de cabecera decía siempre que era un enfermo genial, también cuando el diagnóstico no era bueno», relata Diego.
Sin quererlo, hace dos décadas Patricio saltó a los medios de comunicación por haber instalado la que en aquel momento era la única sala de ordeño adaptada de toda Europa, donde atendía a diario a unas 90 vacas. En aquel momento recordaba que, tras el accidente de tráfico, tuvo que pasar una temporada en el hospital de Valdecilla y en el de Tetrapléjicos de Toledo. A su vuelta a Cantabria, su padre comprendió que su Patri quería seguir trabajando en el campo y, por eso, poco a poco, fue introduciendo cambios en la ganadería para hacerlo posible. Y al frente de la explotación ganadera junto a su hermano y su cuñada permaneció hasta que las fuerzas le abandonaron.
Su condición de parapléjico descubrió a Patricio nuevas facetas de su vida, como fue la práctica del deporte adaptado: atletismo, baloncesto, lanzamiento de disco y de jabalina. Todos le venían bien y todos ellos practicó con entusiasmo. Estaba convencido de los beneficios del ejercicio físico y siempre que tenía ocasión destacaba que el deporte le había ayudado a valerse por sí mismo. Llegó a representar a Cantabria en el Campeonato de España de Atletismo en Pista celebrado en Avilés y participó también en el primer Campeonato de España de Baloncesto Adaptado. «El deporte es fundamental, física y mentalmente», decía.
Además del deporte, Patricio también participó de manera activa en la política de su pueblo donde fue concejal en las listas del PRC en dos legislaturas. Su sobrino Diego, quien actualmente es edil regionalista en Hazas de Cesto, confiesa que si «estoy aquí es porque él me lo pidió». Recuerda que, en las pasadas elecciones, «le fueron a buscar, pero ya no se veía con fuerzas y me pidió que fuese yo en las listas».
En los últimos tiempos, a causa de la enfermedad tuvo que abandonar el trabajo en la ganadería y encontró su refugio en el invernadero, donde ayudado por su cuñada Marta, plantaba tomates, pimientos, cebollas...
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