Francisco J. Garitonandía | Cura que sirvió en Torrelavega
Religioso de los Sagrados Corazones

Nieves Bolado

Martes, 25 de julio 2023, 08:00 | Actualizado 09:50h.

Ha fallecido en el hospital de Santiago de Miranda de Ebro, a la edad de 69 años. Francisco Javier Garitonandía Díez, Garito, sacerdote y fraile de los Sagrados Corazones, que en su vida profesional y comunitaria pasó por el Colegio Nuestra Señora de la Paz, ... en Torrelavega y Treceño.

Fue un peregrino por el mundo que sirvió a su congregación en Torrelavega y en Treceño. Nació 1953 en Villorodrigo (Palencia), aunque se sentía mirandés. Siendo niño pasó por el colegio de los jesuitas antes de entrar en la Escuela Apostólica del Colegio de los Sagrados Corazones de Miranda de Ebro. Tras el bachillerato fue a estudiar COU a Vitoria en el Instituto Ramiro de Maeztu. En septiembre de 1971 se le trasladó a El Escorial donde hizo el noviciado y la profesión temporal de votos en 1973. Tras los años de estudios en esta localidad, y en el Seminario Conciliar de Madrid, hizo los estudios de Magisterio en la Escuela de La Salle de Aravaca. En este momento estaba viviendo en la comunidad que hubo en la madrileña calle Guzmán el Bueno.

En 1980 se incorporó a la comunidad de Jaraíz de la Vera donde fue profesor y director de la Escuela Hogar. Fueron años intensos de actividad educativa y apostólica. En 1992 el provincial de su congregación, Enrique Losada, le envió al Zaire (actual Congo) a la Comunidad Père Coudrin.

Tras esta experiencia regresó a Jaraíz de la Vera donde estuvo hasta el 2000. En esta etapa fue consejero provincial y coordinador de la congregación. Al cerrarse la Escuela Hogar pasó a Barbadillo (Salamanca) donde ejerció como director de la Casa de Acogida de enfermos de sida con Cáritas de esa capital castellana. Continuó la docencia de su plaza de maestro en el Colegio Público de Pueblonuevo de Miramontes (Cáceres). Pasó un tiempo en Torrelavega siendo destinado en el colegio público de Valdáliga de Treceño.

En 2010 pidió un tiempo de excedencia para cuidar a su madre y vivió a partir de ese momento en la Comunidad de Miranda de Ebro donde en 2018 se le detectó un cáncer de pulmón que le condujo a la muerte. Hombre muy querido, sus exequias fueron una auténtica manifestación de dolor por parte de sus hermanos de congregación, alumnos, compañeros y amigos. Ya descansa en la casa del Señor con el deber bien cumplido.