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Rosalía Quintana.
El rostro en el que había más luz que en el universo parisino
Obituario | Rosalía Quintana Moreno - Jefa de la Asesoría Jurídica de la UC

El rostro en el que había más luz que en el universo parisino

Mercedes Díaz Hoyal Y Víctor Gijón

Martes, 24 de diciembre 2024, 01:00

No tocaba ni entraba en nuestros planes perderte tan pronto. El azar a veces es cruel y ha puesto fin a muchos planes de futuro, tuyos, nuestros... Pero el azar también es caprichoso. Te conocimos por casualidad hace muchos años y la amistad fue creciendo con el tiempo hasta hacernos inseparables. Compartimos viajes, quedadas, penas, confidencias, alegrías (muchas) y cuidados cuando lo necesitamos.

Rosalía, tú descansas y nosotros te lloramos porque te echamos de menos. Unos por unos motivos, otros por otros, pero siempre te recordaremos por las pequeñas cosas que te hicieron maravillosa.

En abril, nada más recibir la noticia de una esperanzadora y positiva reacción a la 'quimio', decidiste volver a la Universidad, a tu puesto de jefatura de la Asesoría Jurídica. Una decisión muy meditada, aunque en el último minuto te surgieran las dudas: ¿Estabas en condiciones de rendir al 100%? Y si no ¿qué sentido tenía volver al trabajo? Y es que tú ni supiste ni quisiste afrontar la vida a medias. Fuiste valiente, trabajadora, luchadora... Siempre exitosa, pero con la humildad que sólo tienen los grandes.

Acostumbrada desde niña a enfrentarte a duras situaciones -te quedaste huérfana de padre a los 12 años junto a cuatro hermanos- cursaste la carrera de Derecho con becas y un expediente impecable. A Santander llegaste procedente de Madrid en 1993 para ejercer tu gran pasión: el ejercicio del Derecho. Una pasión no excluyente, compartida con igual intensidad en lo familiar, donde tu esposo, Salvador, lo era todo, pero siempre un escalón por debajo del amor inmedible que sentías por tu hija, Gadea.

De Rosalía afirmamos, y que nos perdone Sabina por la apropiación indebida, que era «dueña de un corazón cinco estrellas». Un corazón en el que hizo un hueco para ser la 'segunda' madre de Diego y rodearse de un pequeño grupo de amigos del que Merche y yo nos honramos en haber formado parte. Vivió la vida como se viven las vidas que importan: trabajando a diario, sacando adelante a su familia, apoyando siempre las decisiones de los suyos, incluso cuando pintaban bastos y se preveían consecuencias negativas. Fue apoyo imprescindible en los malos momentos y la que empujaba en los buenos para que fueran mejores.

En uno de los últimos viajes que hicimos juntos elegimos París. Rosalía preparó con esmero, como era su costumbre, un itinerario que nos acercó a aspectos desconocidos de la ciudad de la luz. Cuando el martes 10 de diciembre de 2024 se apagó su vida, en el rostro de Rosalía había más luz que en todo el universo parisino.

Mercedes Díaz Hoyal y Víctor Gijón eran amigos de Rosalía Quintana

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