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Facundo Fernández Pérez, viudo de María Rosa García Sainz, falleció el pasado domingo a los 91 años. Su nombre permanecerá siempre ligado a la comarca pasiega y a una de las empresas fabricantes de sobaos y quesadas más importantes a escala nacional, 'El Macho', ahora ... en manos de sus hijos y con una plantilla de veinte empleados.
Este trabajador nato, cuya vida giró en torno a su familia, y con poco tiempo para sus aficiones -el fútbol, el Selaya, el Racing y el Barça-, contrajo matrimonio con María Rosa, hija de Gumersindo y Matilde, los fundadores de 'El Macho', apodo con el que se conocía al patriarca. Ellos regentaron en Selaya, en un principio, una taberna-tienda, a la que la gente acudía a bailar al ritmo de un organillo. Allí se fraguó un negocio que heredaron las hijas de 'El Macho', Pilar y María Rosa, que contaron con la ayuda de Facundo y algún otro miembro de la familia.
La primera gran reforma de esta empresa llegó en los años 70, cuando adquiere la primera amasadora y la taberna se convierte en obrador. Ya con Facundo y María Rosa al frente, en 1995, se cambia la ubicación de las instalaciones y se hacen obras de reforma, con nueva maquinaria acorde con los nuevos tiempos. Hoy, 'El Macho' está en manos de la tercera generación que elabora sobaos, quesadas en varios formatos, sobaos con perlas de chocolate...
Fernando, uno de los hijos mayores de Facundo y María Rosa, recuerda a su padre como una persona dedicada en cuerpo y alma al trabajo y la familia. Había nacido en la localidad próxima de Llerena y era hijo de María Rosa y Facundo.
Al ahora fallecido le gustaba el fútbol y el equipo de Selaya llevaba en las camisetas rojiblancas la publicidad de su empresa. Y no tanto, según relata Fernando, por el deporte en sí, «sino porque pensaba que esta era una forma de dinamizar el pueblo, de que viniese gente de fuera a conocerlo». Destaca también la condición humilde del cabeza de familia, siempre en el obrador y en compañía de sus hijos -Remigio, Fernando, María Rosa y Gumer-, sus ocho nietos y Mérida, la bisnieta.
Este es un pequeño resumen de la larga vida de un gran trabajador, amante de su pueblo, la familia y el equipo de fútbol local, con el símbolo de 'El Macho' sellado en el pecho de las camisetas de sus jugadores.
Los restos mortales de Facundo, un industrial quizás demasiado adelantado a su tiempo, descansan ya en el cementerio parroquial de Selaya. Allí, a su entierro, acudieron muchas de las personas que lo quisieron y han admirado a lo largo de su vida.
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