Secciones
Servicios
Destacamos
Eva Pérez Fuentevilla dedicó una gran parte de su corta vida -falleció el día 16 con tan solo 41 años- al cuidado de los animales, en concreto a los perros abandonados, como voluntaria en El Refugio de Torres. Su pérdida ha causado un profundo dolor ... entre todos los que la conocían y que destacan su constante compromiso y el cariño para con las mascotas, así como su eterna sonrisa, su simpatía y su vitalidad.
Descendiente de la comarca de El Bierzo, en León, Eva se implicó hace más de una década con su labor altruista en esta protectora ubicada en la localidad de Torres, Torrelavega. Según cuenta Saray, su amiga y otra de las voluntarias de la asociación, fue una época en la que había cerca de 400 perros abandonados y en un estado bastante deficiente. Hoy, en gran parte gracias a las adopciones, hay en sus dependencias unos ochenta. Una cifra que permite a los cuidadores prestar mayor atención a los canes. Una atención que siempre les ofreció Eva, dándoles de comer, llevándoles al veterinario, ayudando a su adopción... Incluso, era habitual de los mercadillos en los que todo lo recaudado iba a parar a El Refugio y al bienestar de los animales.
En total, Saray calcula que Eva Pérez estuvo entre once y doce años en El Refugio de Torres. En todo ese tiempo dejó una gran impronta entre todos los compañeros y compañeras, y la gente que trató con ella. Dicen que era una persona «maravillosa, alegre, cariñosa, divertida..., siempre dispuesta a ayudar, con una sonrisa, en todo lo que se necesitaba».
Su amor por los animales lo ejercía Eva dentro y fuera de la protectora. De hecho tenía tres perros adoptados. Ella tenía siempre a su lado a una perrita, Boli, por la cual sentía adoración.
Los restos mortales de Eva Pérez Fuentevilla fueron incinerados y su funeral se celebró en la iglesia parroquial de Polanco el pasado día 17.
Descanse en paz y todas las condolencias para sus padres, Adriano y Margarita; sus hermanos, Adriano y David; sus cuñadas, Eva y Elena, y su sobrino Pelayo. Y para sus compañeras y compañeros de El Refugio de Torres que ven en su fallecimiento una dolorosa pérdida.
Su sonrisa, su disposición ante todo lo que afrontaba, su compromiso y su buen humor se fueron para siempre y resultará muy difícil olvidar su paso por esta vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.