Subir a la Braña de los Tejos

Tradición, paisaje y naturaleza se mezclan un año más en una cita declara de Interés Turístico Regional desde hace 10 años. La Subida a la Braña de los tejos se convirtió este domingo, una vez más, en un recorrido por senderos cuajados de árboles autóctonos, donde los robles, hayas, acebos, abedules y tejos, forman parte de un paisaje espectacular.

El Ayuntamiento de Peñarrubia es el encargado de organizar esta cita, en la que una treintena de senderistas partieron de la plaza de Cicera para recorrer los 8,5 kilómetros con un desnivel de 900 metros- que les separaban del singular paraje de la Braña de los Tejos, a 1.415 metros. No fueron los únicos, pues desde otros puntos también subió gente hasta completar un centenar

Durante la primera parte del recorrido, se ascendió por la pista forestal hasta las inmediaciones del lugar de Arcedón, donde contemplando los valles de Peñarrubia y de Liébana, comenzaba a verse ya la niebla en la zona alta de la ruta, mientras las yeguas pastaban en las praderías.

Desde Arcedón, el grupo de senderistas se adentró en el interior del bosque, para llegar a la Braña de los Tejos, donde Pepe Dosal, gaitero mayor de Peñarrubia y los integrantes de la Banduca, recibieron a los esforzados caminantes con música de la tierra.

Allí, rodeados de centenarios tejos, fue un buen momento para abrir el apetito con el bocadillo que se llevaba en el interior de la mochila. A pesar de que desde Cicera partió el grupo de senderistas más numeroso, hasta la Braña subieron también caminantes por el valle de Bedoya o desde la pista que baja a los pueblos de Lamasón y Puentenansa, juntándose en la Braña de los Tejos cerca de un centenar de senderistas.

Junto a la subida senderista se disputó también con salida desde Cicera, una carrera de montaña ganada por el lebaniego, Diego Díaz.

Secundino Caso, alcalde de Peñarrubia, se mostraba satisfecho del popular recorrido porque esta subida cada año la van conociendo mayor número de personas, que quedan impresionados por la belleza del lugar.