Los ecologistas siguen su lucha contra la tala de hayas en el parque Saja-Besaya

Moreno añade que esperaremos a la próxima reunión del Patronato del Parque, que será en primavera, y si continúan en sus trece, volveremos a recurrir al Parlamento de Cantabria como ya hicieran el año pasado- y si no paran de talar, ya sería el cuarto año que recurrimos al Parlamento Europeo. El ecologista recuerda que en el año 2013, sin previo aviso se suspendieron las talas de arbolado autóctono de Cantabria y se prohibió recoger a los vecinos las leñas muertas o rodadas para calentarse, como se venía haciendo desde hace treinta años. Desde entonces, los vecinos han de comprar los árboles que previamente ha talado la Dirección General de Montes.

Desde que comenzaron las talas se ha tratado de justificar las mismas por diferentes razones, como la obtención de leña para los vecinos, los aclaramientos de las masas del bosque o el supuesto beneficio para las especies extinguidas como el oso pardo o el urogallo, pero Moreno asegura que en la pasada reunión del Patronato del Parque, tanto la SEO (Sociedad Española de Ornitología) como la Fundación Oso Pardo desmintieron esta afirmación.

Ya hemos comprobado a lo largo de estos tres últimos años como este aprovechamiento de leñas no beneficia a los vecinos, al menos a los que más lo necesitan y sufren pobreza energética. Incluso, ahora los vecinos tienen que pagar, además de los árboles que adquieren, su extracción y transporte, algo que con los aprovechamientos tradicionales de matorral y leñas muertas y rodadas no sucedía, recuerda el ecologista.

La extracción selectiva de la leña es un método sostenible de beneficiarse de la misma, que nada tiene que ver con los grandes clareos que ahora se practican, aunque seguimos reclamando a la Dirección del Parque que la leña sea gratuita para los vecinos de los pueblos que forman parte del Área de Influencia", explica Moreno.

Los grupos ecologistas insisten en que los argumentos de la Consejería de Ganadería, justificando la tala de hayas en el Parque Natural Saja-Besaya, son puramente ingenieriles y economicistas, en los que están ausentes los más elementales criterios ambientales y científicos en los tratamientos silvícolas", concluye el representante de las organizaciones conservacionistas en el Patronato.