Cántabros
Olga Agüero
Viernes, 10 de febrero 2017, 07:19
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Olga Agüero
Viernes, 10 de febrero 2017, 07:19
En una apoteósica coincidencia vital, al cumplirse el 35 aniversario del Estatuto de Autonomía de Cantabria se ha localizado el monte Vindio, escenario de ... la épica resistencia contra los romanos.
Pero la jubilosa efervescencia cantabrista duró poco. Telecinco anunció a todo el país que el hallazgo se ha producido en Santander, resucitando nuestra memoria histórica como apéndice de Castilla La Vieja. El mismo día, con idéntico despiste, los Scorpions anunciaban un concierto en Torrelavega, también en la provincia de Santander; cartografía desclasificada hace más de tres décadas.
Mientras se precipitaban tan insólitas referencias, una encuesta desveló que la mayoría de los trabajadores españoles elegirían a Revilla como jefe. Todos conocen al presidente de Cantabria pero, paradójicamente, muchos no saben ubicar la comunidad en el mapa. Porque si Santander ocupa su espacio geográfico, ¿dónde está la Cantabria de Revilla? Es su ínsula de Barataria, un Macondo retórico. La Jauja de las anchoas y los sobaos.
Para mayor agravio los expertos dicen que nos estamos volviendo mediterráneos por culpa del cambio climático que Rajoy negaba influido por aquel primo con ardoroso convencimiento. Hilillos de plastilina. Casos aislados. Ese señor del que usted me habla. El negacionismo no cambia la realidad.
Menos mal que nos queda Diego Movellán que, gracias a una singular habilidad disociativa, es diputado en Madrid al mismo tiempo que concejal en Camargo. En el juego de las sillas musicales siempre hay quien se guarda el sitio mientras los demás giran. Como vocal en la Comisión para el estudio del cambio climático del Congreso peleará para que no nos roben los inviernos y la lluvia.
Esperemos que nos defienda con más convencimiento que el senador Fernández en el fracking. Contagiado también del síndrome disociativo: Aquí está en contra, pero en cuanto pasa Reinosa a favor. Cuando tocó mojarse en Madrid cedió su sitio a otro que votó viva el fracking. Gesto con el que quedó moralmente satisfecho, según nos confesó. Dice que hay que respetar el derecho a autorizarlo del resto de los españoles. Resulta que ahora representan a Cantabria defendiendo los intereses de los de Albacete.
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