El psoe, entre el desgaste y las dudas

La actividad previa al 39 congreso federal del mes de junio las primarias serán en mayo se ha iniciado con el nombramiento del amplio panel de expertos, militantes y simpatizantes el PSOE, que participarán en la ponencia. El estudio contempla dos grandes capítulos: el político, coordinado por Eduardo Madina, y el económico, a cargo de José Carlos Díez. Cinco dirigentes cántabros, todos ellos miembros de la ejecutiva regional, han sido llamados a participar en su redacción.

En el grupo de estudio dedicado a la política sólo figura el castreño Ricardo Cortés, que en estos tiempos difíciles ha progresado mucho: de ocupar un escaño en el Congreso por la renuncia de Puerto Gallego a ser incluido en la gestora que dirige provisionalmente el partido con Javier Fernández al frente.

En el laboratorio económico han sido integrados los otros cuatro representantes cántabros: la secretaria general y vicepresidenta del Ejecutivo regional, Eva Díaz Tezanos, y su número dos en el partido, Ramón Ruiz, también consejero de Cultura y Educación; Estela Goicoetxea, convocada por su posición relevante en Juventudes Socialistas de España, y Pedro Casares, portavoz municipal y secretario general de los socialistas santanderinos.

La larga lista de expertos más de 230 convocados por la dirección del PSOE para la redacción de su ponencia genera controversia. Las críticas principales aluden a la escasa presencia de partidarios de Pedro Sánchez y al hecho de que quienes han sido elegidos destacan más por su pertenencia al aparato que por su formación y experiencia profesionales. En lo que concierne a Cantabria, la excepción sería Casares, hombre de confianza de Sánchez en la región desde su primer asalto al liderazgo del PSOE y doctor de Economía en la Universidad de Cantabria. La lista de la ponencia es muy heterogénea, con profusión de académicos, cineastas y profesionales del periodismo y la comunicación, entre ellos Sebastián Álvaro, el aventurero creador de Al filo de lo imposible.

Hasta entre los dirigentes socialistas cunde la sensación de que el maratoniano calendario congresual prolonga la interinidad, concentra la energía del partido en su vida interna y le distrae del debate político frente a sus adversarios durante demasiado tiempo. Lo ideal sería acortar los plazos en los sucesivos procesos, pero los plazos estatutarios son bastante rígidos.

Lo peor para el PSOE: esa espada de Damocles de que el PP, sin grandes guerras internas y consolidado en el Gobierno central, aproveche cualquier desencuentro por ejemplo, en los Presupuestos del Estado para convocar de nuevo a las urnas con la ventaja que supone la debilidad de sus adversarios.

Lo mejor: la competencia por la izquierda también está fracturada entre las facciones de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. En general, los socialistas creen que, en términos electorales, les conviene la victoria de Iglesias, que les resta menos espacio ideológico por estar más inclinado hacia el segmento radical y callejero. Con Errejón, sin embargo, sería más fácil llegar a un acuerdo institucional contra el PP.

Pero eso son especulaciones de futuro. Lo más inmediato es la pugna interna. En Cantabria, los partidarios de Pedro Sánchez los más numerosos, o al menos los más visibles preparan ya la movilización, como lo hicieron en el pasado. Las primarias las deciden los votos de los militantes, pero los sanchistas creen que también hay una batalla mediática por librar y que su líder parte en desventaja en ese terreno. Tiene en contra al aparato del partido y también al PP, temeroso de que una victoria de Sánchez pondría en peligro la actual política de pactos con el PSOE.

Patxi López, el primero en la salida de la carrera por el liderazgo, no acaba de convencer. Tiene buenos amigos en Cantabria, una región que frecuenta, y su opción es la menos comprometedora de las que se barajan, pero muchos creen que el exlehendakari no llegará a la recta final, sobre todo, con Susana Díaz en liza.

¿Y Susana Díaz tiene partidarios en Cantabria? Desde luego, no se han dejado ver mucho todavía, dada la tardanza de la presidenta andaluza en dar el paso. Pero haberlos, haylos, sobre todo entre quienes han aplaudido el golpe de mano que se llevó por delante a Pedro Sánchez.