La Duna de Zaera amanece llena de pintadas y con los cristales rotos

Otra vez, el lugar más castigado por los vándalos ha sido la esquina del lado Este, a la izquierda del graderío, la más oculta de la instalación, que se asemeja a la proa de un barco. Ahí, en esa zona apartada, se aprecian los cristales rotos con inquina, los grafitis que cubren las paredes y otras pintadas hechas sobre la madera de las gradas.

Como muestran las fotografías, el aspecto no deja en buen lugar a uno de los puntos más visitados por los turistas que vienen a Santander y cuesta imaginar que se trata de una de las instalaciones más nuevas de la ciudad, con sólo tres años de vida, y que supuso la rehabilitación integral de la zona, convirtiéndola en un lugar privilegiado para contemplar la bahía.

Según asegura un trabajador de la zona, los actos vandálicos en este punto de la ciudad se vienen produciendo de una forma continuada "prácticamente desde que se inauguró la Duna de Zaera", en 2014 con motivo del Mundial de Vela que acogió la ciudad. En concreto, este último ataque se produjo coincidiendo con las vacaciones escolares de Carnaval.

La explicación es que el Dique de Gamazo es un punto habitual de botellón, y los jóvenes aprovechan la oscuridad de la noche para ensañarse "a patada limpia" con los cristales del almacén, según explica un operario del Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR), que está ubicado en Puertochico.

Según aseguraba este mismo operario, que se encontraba reparando un barco, "los actos de vandalismo en el Dique de Gamazo se repiten desde que se inauguró este lugar, que por la noche se convierte en una zona apartada, solitaria y poco iluminada", lo cual fomenta este tipo de hechos.

"Y suelen coincidir continúa con fines de semana o vacaciones, como ha ocurrido las pasadas fechas de Carnaval", precisa el trabajador. "Hemos avisado a la Policía local, que ha venido varias veces a despejar la zona, pero se vuelven a repetir", insiste el operario.

Desperfectos

Desde la Federación Española de Vela se ha transmitido preocupación respecto al tema, aunque se ha destacado que los destrozos "no han afectado en ningún caso al material que se guarda en el interior del almacén". Hasta la fecha, únicamente se han registrado desperfectos en el exterior del inmueble.

Sobre los pasos a dar a continuación, la Federación ha explicado que "ya hemos dado parte al seguro, que tratará de evitar posibles daños futuros mediante la instalación de unas planchas especiales que protejan el interior de la rotura de cristales". Por otro lado, la Federación argumentó que al tratarse de una instalación de carácter público no les compete a ellos la reparación.

Le compete al Ayuntamiento de Santander, responsable del mantenimiento y limpieza de la zona pública, que ha recordado a este periódico que ya ha intervenido en pasadas ocasiones limpiando las pintadas y reparando los desperfectos producidos en este mismo lugar y que lo volverá a hacerlo en esta ocasión.

La Ordenanza de Gestión de Residuos y Limpieza Viaria incluye las pintadas dentro de la relación de infracciones leves, para las que se establecen sanciones que pueden ir desde 90 a 300 euros.