

Secciones
Servicios
Destacamos
Teodoro San José
Sábado, 4 de marzo 2017, 20:52
Vino desde Asia para quedarse. Su avance es imparable. Aquí, en Cantabria, donde solo hace cuatro años era una desconocida, ya campea por gran ... parte del territorio. Por el momento ya ha conquistado 78 de los 102 municipios. Tres de cada cuatro. Que se sepa. Y es que los informes que maneja la Consejería de Medido Rural hablan de los municipios en los que se han retirado nidos de avispa asiática. Pudiera suceder que esta invasora ya esté establecida en más ayuntamientos sin que haya sido detectada.
En cualquier caso, a lo largo de 2016 se eliminaron en Cantabria 1.049 nidos, 562 de ellos a través de Tragsatec y el resto por los efectivos del 112 y por los bomberos de varios parques municipales. En el primer caso, y a modo de ejemplo, la cifra de 652 nidos es seis veces más que los que retiró hace tan solo dos años la empresa que trabaja para la Consejería. "Su crecimiento está siendo exponencial, se dispara cada año", señala Ángel Serdio, jefe de Conservación de la Naturaleza de la Consejería de Medio Rural; "de momento resulta imposible erradicarla porque no hay antídoto y la especie prospera debido a que ha encontrado unas condiciones muy parecidas a las de su hábitat de origen".
De modo que el insecto asiático con nombre de moto vespa velutina y un apodo de forajido avispa asesina ha descubierto en el norte de España una nueva tierra de promisión. Y Cantabria forma parte de su camino. Como especie invasora, en siete años la velutina se ha aplicado en colonizar la cornisa, un territorio que, además de benigna climatología, principalmente la más próxima a la costa, dispone de abundantes y generosos recursos para su subsistencia. Y por si fuera poco, esta invasora no tiene depredadores naturales. Las aves insectívoras autóctonas aún no han incluido a la velutina en sus menús.
Con el terreno libre, ha avanzado zumbando por Cantabria. De este a oeste. El 18 de septiembre de 2013 el colmenero Marcos Negrete detectó varios avispones asiáticos en Ojébar (Rasines). Al año siguiente ya se localizaron 21 nidos por unos pocos municipios orientales de la región, y en 2015 la Consejería ya contabilizaba 44 municipios con presencia de la velutina y registraba 91 nidos retirados.
Aquel 2015 la avispa asiática había logrado avanzar hasta la mitad de la región. Mayoritariamente por las comarcas más próximas a la costa. De aquellos 44 municipios, la mitad eran todos los más cercanos al País Vasco de donde llegó la velutina y los costeros. En un imaginario límite occidental el río Pas marcaba la frontera en lo que a avistamientos de nidos se refiere. Solo los municipios de Santillana del Mar y Alfoz de Lloredo quedaban al otro lado del río con nidos detectados, según los datos de la Consejería. Pero a lo largo de 2016 la velutina ha acabado por cruzar su Rubicón particular y ha continuado, incesante, la conquista de nuevos territorios. "Y en poco más de tres años ha pasado de la nada al casi todo", reconoce Serdio.
En todos los rincones
Lo ha hecho tomando ya todos los municipios costeros sin excepción y buena parte de las zonas bajas de todos los valles. En el último balance de Medio Rural, el de 2016, son 78 los municipios en los que se detectaron/eliminaron nidos. En su avance la avispa asiática ha continuado expandiéndose hacia el occidente ver mapa adjunto del número de nidos retirados el pasado año por municipios por Tragsatec, sobre todo por la costa. Como si hubiera tomado su particular A-8 en dirección a Asturias.
"Principalmente la velutina ha ido moviéndose en paralelo a la costa, y aunque también ha colonizado el interior, allí su presencia no es masiva", señala Serdio en referencia a Campoo y las comarcas interiores del sur. "El problema no va a estar ahí", aventura, "sino en los municipios de más abajo pues la velutina prefiere terrenos cercanos a cursos fluviales, húmedos y de no mucha altitud".
Otros expertos, sin embargo, consideran que la avispa asiática "avanza en todos los frentes"; así lo asevera Carlos Valcuende, presidente de la Confederación en Defensa de la Abeja en la Cornisa Cantábrica (Codacc). Y es que, aunque la invasora se encuentre, efectivamente, más cómoda allí donde predominan los bosques, la humedad y un ambiente templado, "su capacidad de adaptación y aclimatación", dice el experto, "le permitirá colonizar en poco tiempo todas las comarcas cántabras". Es más, los especialistas auguran que en una década habrá tomado toda la Península.
Valcuende explica que tarda tres años en extenderse por una comarca una vez que logra sacar adelante un nido. Y en ese proceso se hallan ya, dice, Liébana y Campoo. "De ese primer nido salen doscientas o trescientas avispas fecundadas; al año siguiente cada una de ellas, ya convertidas en reinas, hacen su nido y establece su colonia. Y de cada nido vuelven a salir otras trescientas avispas fecundadas", relata el experto para explicar el aumento exponencial de su presencia allí donde se instala. De ahí que a las tierras lebaniegas y campurrianas las augure similar futuro.
De hecho, el cálculo de este portavoz de los apicultores de la región es que el pasado año ha habido en Cantabria 2.000 nidos de velutina. Una cosa son los que han sido retirados por Tragsatec, bomberos, 112 y apicultores (en conjunto aproximadamente un millar), y otra los que se han descubierto ya vacíos una vez que el otoño desnudó los árboles (principalmente chopos, plátanos, robles, nogales o avellano), y los que estiman hay sin encontrar en base a la multiplicación experimentada en otras regiones.
Pero ¿hay alguna forma de neutralizar su avance? De momento, no. "A lo sumo, contenerlo o frenarlo", reconoce Serdio. Hasta la fecha no se ha encontrado ningún método efectivo contra la velutina. "Por lo que se conoce hasta hoy, es imposible erradicar a esta invasora, y lo será en tanto no se desarrolle una herramienta específica", relata el jefe de Conservación de la Naturaleza, apuntando a que la solución vendrá de la mano de feromonas, de sustancias químicas para crear un insecticida específico.
Potingues en las trampas
Etre tanto solo caben soluciones más rudimentarias. Trampas. Desde el pasado día 1 la Consejería de Medio Rural autoriza a apicultores y ayuntamientos la colocación de cebos selectivos hasta el 30 de abril y entre junio y septiembre. El objetivo no es tanto la captura de avispas asiáticas como sí el de la avispa reina conforme al ciclo vital de esta especie, porque es en estas semanas cuando la reina sale de su hibernación para establecer el nido primario, mientras que a principios de otoño es cuando la avispa fecundada y futura reina sale del nido secundario para esconderse y pasar el invierno. "Nos ha costado conseguirlo, pero por fin se ha aceptado este tipo de trampeo", dice Valcuende al referirse a los periodos en los que la Consejería lo autoriza: "Una reina menos hoy significa doscientas reinas menos el año siguiente".
En esas trampas, explica Valcuende, se colocan restos de cera con agua y miel, combinación que, según parece, resulta muy atractiva para las avistas asiáticas. O una mezcla de vino blanco con cerveza negra y sirope de arándanos, potingue que al parecer resulta un atrayente que funciona con las velutinas.
Pero esas trampas solo se pueden colocar a determinada distancia de las colmenas y una por cada diez colmenas. "Mientras no haya nada específico contra la velutina, nuestra estrategia no puede ser otra que la contención y reducción de sus impactos", explica Serdio, además de la retirada de nidos si se encuentran cerca de viviendas, colegios o zonas de recreo, a lo que se dará prioridad. El jefe de Conservación de la Naturaleza reconoce que "de momento hay que acostumbrarse a convivir con esta avispa como ya nos toca hacerlo con otras especies invasoras".
Pero para los apicultores, la avispa asiática es algo más que una molestia. Además de néctar y frutas maduras, la velutina es una predadora letal de variedad de insectos alados. Y si además sus presas se congregan en grandes colonias, como hace la abeja melífera, la vespa velutina igual que el ladrón que acude al banco porque es donde más dinero puede sacar de un solo golpe no tiene más que descubrir dónde se halla la colmera y cebarse.
"Las trampas pueden mitigar el daño en las grandes explotaciones, pero en el caso de las pequeñas su viabilidad está comprometida", explica Valcuende debido al debilitamiento de difícil reposición que las velutinas provocan en las colmenas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
La discoteca de Nueva Montaña abrirá este año
Candela Gordovil
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.